jueves, 23 de junio de 2011

Canelones de bonito y pisto

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Esta es una receta muy sencillita y que viene bien para variar los típicos canelones rellenos de carne picada. La receta la vi en Unodedos y la he modificado ligeramente. Esta es una de las recetas que puedes seguir tal cual o "tunearla" según las sobrillas que tengas en el frigorífico. Pues venga, a remangarse y manos a la obra.


Ingredientes (para 2):

- 10 Placas de canelones
- 1/2 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 zanahoria
- 2 latas de bonito en aceite de oliva
- tomate frito (mejor si es casero)
- bechamel (mantequilla, harina, leche, sal, pimienta y nuez moscada)
- queso para gratinar


Preparación:

Picar bien finitos la cebolla, los pimientos y la zanahoria y rehogar en una sartén a fuego medio. Escurrir bien el bonito y añadirlo a la sartén desmenuzado, añadir 3 o cuatro cucharadas de tomate frito y revolver bien. Retirar del fuego y dejar enfriar un poco.

Mientras tanto cocer las placas de canelones tal y como indique el paquete, yo utilicé 10 aunque añadí alguno más por si alguno se rompía (cosa que suele ser habitual). Una vez cocidos en agua salada, enfriar en una fuente con agua fría y dejar escurrir sobre un paño de algodón limpito.

Mientras se cuecen las placas y se enfría un poco el pisto procederemos a hacer la bechamel poniendo en un cazo 1 cucharada de mantequilla a fundir. Una vez derretida en el fuego medio, añadir un par de cucharadas de harina de repostería, revolviendo bien para que la harina pierda el sabor a crudo. Añadir un vaso de leche entera calentita, poco a poco, removiendo para que no queden grumos. Añadir sal, pimienta y nuez moscada. Apagar el fuego cuando tenga el punto deseado, en este caso mejor que no quede muy espesa.

Ahora vamos a rellenar los canelones, poniendo un poquito del relleno sobre cada placa y enrollando. Si al estar enrollados vemos que han quedado un poco vacíos, añadir un poco más de relleno desde cada uno de los extremos con la ayuda de una cucharilla de postre. Colocar los canelones sobre una fuente de horno que habremos untado con mantequilla (para que no se peguen), podemos poner también sobre el fondo una fina capa de bechamel.

Una vez colocados bien juntitos, cubrirlos con bechamel y queso rallado. Hornear a unos 180-200ºC durante unos 20 minutos. Finalmente gratinarlos para que queden con un bonito color dorado.

Servir acompañados de una buena ensalada y a disfrutar.

domingo, 12 de junio de 2011

Doo Waps inversos

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¿Alguna vez os han acusado de hacer lo blanco negro y viceversa? A mí sí, unas veces con razón (lo reconozco) pero otras no tanto. Anoche en la cocina me empeñé a conciencia en hacer lo blanco negro y el resultado fueron estos Doo Waps inversos. Es decir, masa de chocolate negro y pepitas de chocolate blanco.

La masa es prácticamente la misma que la de los Doo Waps, pero le he introducido tres pequeñas modificaciones: sustituir 25 gr de harina por chocolate Valor Puro (y fijáos qué negritos quedaron con tan poquito chocolate), cambiar las pepitas de chocolate negro por blanco y sustituir la mitad del azúcar de la receta por la misma cantidad de miel (que ayuda a la conservación y frescura de la bollería).

Tengo que decir que el resultado ha sido aún mejor que el de la pasada semana. No sé si es por la miel, porque la masa madre estuviera más activa, porque la levadura era fresca... pero quedaron supertiernos. Ésta la repito.

Y ¿cómo llamarlos? La verdad es que le he dado algunas vueltas: Pawood (Doo Wap al revés), Doo Waps de chocolate, Doo Waps inversos... De momento se han quedado con este último nombre, pero admito sugerencias. ¿Cómo los llamaríais vosotros?




Ingredientes:

- 375 gr harina de panadería
- 100 gr masa madre
- 260 gr leche entera
- 50 gr mantequilla fundida
- 5 gr levadura
- 25 gr cacao en polvo Valor Puro
- 20 gr azúcar
- 20 gr miel
- 1 cucharadita de sal
- 75 gr pepitas de chocolate blanco


Preparación:

Poner la harina en la cubeta de la amasadora o en la fuente donde se vaya a amasar. Añadir el chocolate en polvo y mezclar bien con una cuchara. Desmenuzar la levadura en la harina con la yema de los dedos. Añadir el resto de ingredientes excepto las pepitas de chocolate y la mantequilla. Amasar y cuando la masa esté bastante homogénea incorporar la mantequilla. Justo antes de finalizar el amasado añadir las pepitas de chocolate y mezclar con cuidado. Bolear sobre el mármol y dejar reposar tapada con un paño durante 75-90 minutos en una fuente untada de aceite.

Volcar la masa sobre el mármol y dividir en porciones (mejor ayudarse de una báscula de cocina digital para que las porciones sean similares). En esta ocasión las hice un poco más pequeñas, así que salieron 15. Bolear cada una de ellas y dejar reposar unos 45 minutos sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear, taparlas con un paño.

Precalentar el horno a 210 ºC. Bajar la temperatura a 180-190 ºC y hornear durante 15-20 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla. Una vez frías se pueden congelar las que no se vayan a consumir en los dos siguientes días, descongelan perfectamente.

domingo, 5 de junio de 2011

Doo Waps

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Pues ya estoy aquí de nuevo y bastante satisfecha con el resultado de los Doo Waps caseros que preparé para desayunar este fin de semana. Y es que si hay algo en la cocina que de auténticas satisfacciones, eso son las masas (claro, siempre que el resultado final sea bueno). Tengo que reconocer que me he buscado una buena aliada para la cocina, y es que me he dado el capricho de comprarme una Kitchen Aid. La podéis ver al fondo en la siguiente foto, es un maquinón.

Esta receta la tenía en ganas desde que la vi en Ma petit boulangerie. Y es que convertir en casero un producto industrial, con sus correspondientes grasas y conservantes artificiales, está genial. En cambio en estos Doo Waps... ¿grasa?: un poco de mantequilla, ¿conservantes?: el efecto de la masa madre (que no es otra cosa que harina y agua), ¿aromas?: los propios de la harina, leche, mantequilla...

Tengo que reconocer que el sábado, cuando fui a hacer la compra al supermercado, no me pude resistir a apretar con las manos (y con mucho disimulo) unos auténticos Doo Waps envasados para comparar la ternura de unos y otros, y creo que los caseros no tienen nada que envidiar a los envasados. Además congelan muy bien, por lo que no es necesario comérselos en una sentada. Os animo a probarlos.



Ingredientes:

- 260 gr leche
- 50 gr mantequilla fundida
- 1 cucharadita de sal
- 40 gr azúcar
- 400 gr harina de fuerza
- 100 gr masa madre
- 5 gr levadura fresca (yo la sustituí por 2 gr de levadura liofilizada)
- 75 gr gotas de chocolate


Preparación:

Poner la harina en una fuente o el bol de la amasadora. Desmenuzar la levadura frotándola con la harina entre las yemas de los dedos, y mezclar bien. Añadir el resto de los ingredientes, excepto las gotas de chocolate, y amasar hasta que los ingredientes queden bien integrados y la masa quede suave y elástica. Una de las ventajas de usar masa madre es que no requiere que los amasados sean tan profesionales. En este punto incorporar las gotas de chocolate con cuidado de no rasgar la masa. Dar forma de bola, pulverizar con agua y dejar reposar en una fuente tapada durante aproximadamente una hora y media, hasta que doble su volumen.

Doblar y partir la masa en 12 porciones (yo incluso haría 15 para que queden algo más chicas). Bolear cada una de las porciones y colocar sobre la bandeja del horno en la que previamente habremos puesto un papel de hornear. Dejar reposar durante 45 minutos.

Precalentar el horno a 210ºC. Una vez caliente reducir la temperatura a 190ºC y hornear los Doo Waps durante 15 a 20 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla.



miércoles, 1 de junio de 2011

Bizcocho de suero de leche

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Hace unos días mi hermana me regaló un botellón de suero de leche, después de haber hecho un magnífico queso fresco de cabra. Estuvimos investigando un poco sobre recetas donde aplicarlo y la elegida fue este bizcocho de suero de leche de Eguski (en Mundorecetas).

He estado leyendo algunos foros de internet y blogs en los que hablan sobre recetas que utilizan el suero de leche y su relación o sospechosa frecuente compañía con el bicarbonato. Las conclusiones que he sacado han sido dos:
1. El bicarbonato ayuda a contrarrestar la elevada acidez del suero de leche.
2. La combinación del suero (muy ácido) con el bicarbonato (muy alcalino) provoca por su reacción química la formación rápida de gas que, aplicado a un bizcocho, consigue que éste suba.

Así que, aunque la receta que encontré no lo incluía, me decidí a añadirle un poquito de bicarbonato y reducir la cantidad de levadura química a la mitad.

El resultado tengo que decir que fue muy bueno, no sé cuál hubiera sido sin el bicarbonato, pero resultó ser un bizcocho tierno, jugoso y con un sabor muy rico. Y como todos los bizcochos, admite muchas variantes, y para muestra mi hermana que ya ha publicado dos versiones diferentes del bizcocho de suero de leche en su blog.


Ingredientes:

- 4 huevos
- El peso de los huevos en harina de repostería
- El peso de los huevos en azúcar
- El peso de los huevos en suero de leche
- 50 gr. de aceite
- Ralladura de 1 limón
- 1/2 sobre de levadura
- 1 cucharadita rasa de bicarbonato



Preparación:

Poner en un cazo a hervir el suero de leche y dejar enfriar hasta que quede templado (40ºC). Calentar el bol donde vamos a trabajar poniéndole agua caliente y dejándolo un rato hasta que temple. Con el bol ya calentito empezaremos a preparar la receta, favoreciendo con esta temperatura que el bizcocho quede esponjoso. (Si no nos queremos complicar la vida, este primer párrafo nos lo podemos ahorrar, pero queremos complicarnos la vida, ¿verdad?, el resultado lo merece)

Precalentar el horno a 170-180ºC (depende de tu horno). Pesar los huevos y poner en la fuente, añadir el mismo peso en azúcar y batir con las varillas durante unos 7-8 minutos. Añadir el resto de ingredientes (suero de leche, aceite, ralladura de limón, bicarbonato y la harina junto a la levadura tamizadas) y batir hasta que queden bien incorporados.

Verter en un molde previamente engrasado y hornear durante 30 minutos o hasta que quede bien cocido (pinchar con un palillo de brocheta, cuando salga limpio estará listo). Dejar enfriar y desmoldar.


Consejos para la cocción:

- No se debe abrir la puerta del horno durante la cocción, especialmente durante los primeros minutos o al menos durante el tiempo en el que es evidente por el aspecto que el bizcocho está crudo, resiste las ganas y confórmate con mirarlo a través de la puerta. Si abres la puerta, el contraste de temperatura puede bajar tu bizcocho y con él tu moral con el resultado de la receta (ya no volverá a subir).

- Cuando se aproxime el tiempo de finalización del horneado se puede empezar a comprobar si la masa está ya cocida con la técnica del palillo explicada más arriba. No es conveniente tampoco que el bizcocho se pase de horneado, ya que perdería humedad y correríamos el riesgo de ahogarnos engullipados al comérnoslo.

- Una vez finalizada la cocción, apagar el horno y dejar entreabierta la puerta. Pasados cinco minutos abrir la puerta del todo y deslizar la bandeja del horno hacia afuera. Pasados otros cinco minutos sacar el molde totalmente del horno y dejarlo enfriar sobre una rejilla. Pasados otros cinco minutos desmoldar (al no estar ya tan caliente estará menos frágil y correremos menos riesgo de quebrarlo) y dejar enfriar totalmente sobre la rejilla.

- La temperatura es orientativa porque cada horno funciona de diferente manera. En mi caso, al tener un horno de 45 cm de altura en lugar de los 60 normales, tengo que tender a bajar un poco las temperaturas para evitar que queden demasiado morenitos. Pero como siempre si el bizcocho sube mucho por el centro y se resquebraja es que la temperatura está demasiado alta; si por el contrario queda hundido del centro es que está demasiado baja.

- La levadura química que llevan los bizcochos, a diferencia de las levaduras de panaderías, es de acción instantánea por lo que no es necesario dejarlos reposar para que leven. En el caso de la utilización de bicarbonato junto al suero de leche es hasta contraproducente, ya que se pasaría el efecto burbujeante de su combinación. Son un poco "aquí te pillo, aquí te mato" (en el sentido amoroso de la expresión).