Hace unos días mi hermana me regaló un botellón de suero de leche, después de haber hecho un magnífico queso fresco de cabra. Estuvimos investigando un poco sobre recetas donde aplicarlo y la elegida fue este bizcocho de suero de leche de Eguski (en Mundorecetas).
He estado leyendo algunos foros de internet y blogs en los que hablan sobre recetas que utilizan el suero de leche y su relación o sospechosa frecuente compañía con el bicarbonato. Las conclusiones que he sacado han sido dos:
1. El bicarbonato ayuda a contrarrestar la elevada acidez del suero de leche.
2. La combinación del suero (muy ácido) con el bicarbonato (muy alcalino) provoca por su reacción química la formación rápida de gas que, aplicado a un bizcocho, consigue que éste suba.
Así que, aunque la receta que encontré no lo incluía, me decidí a añadirle un poquito de bicarbonato y reducir la cantidad de levadura química a la mitad.
El resultado tengo que decir que fue muy bueno, no sé cuál hubiera sido sin el bicarbonato, pero resultó ser un bizcocho tierno, jugoso y con un sabor muy rico. Y como todos los bizcochos, admite muchas variantes, y para muestra mi hermana que ya ha publicado dos versiones diferentes del bizcocho de suero de leche en su
blog.
Ingredientes:
- 4 huevos
- El peso de los huevos en harina de repostería
- El peso de los huevos en azúcar
- El peso de los huevos en suero de leche
- 50 gr. de aceite
- Ralladura de 1 limón
- 1/2 sobre de levadura
- 1 cucharadita rasa de bicarbonato
Preparación:
Poner en un cazo a hervir el suero de leche y dejar enfriar hasta que quede templado (40ºC). Calentar el bol donde vamos a trabajar poniéndole agua caliente y dejándolo un rato hasta que temple. Con el bol ya calentito empezaremos a preparar la receta, favoreciendo con esta temperatura que el bizcocho quede esponjoso. (Si no nos queremos complicar la vida, este primer párrafo nos lo podemos ahorrar, pero queremos complicarnos la vida, ¿verdad?, el resultado lo merece)
Precalentar el horno a 170-180ºC (depende de tu horno). Pesar los huevos y poner en la fuente, añadir el mismo peso en azúcar y batir con las varillas durante unos 7-8 minutos. Añadir el resto de ingredientes (suero de leche, aceite, ralladura de limón, bicarbonato y la harina junto a la levadura tamizadas) y batir hasta que queden bien incorporados.
Verter en un molde previamente engrasado y hornear durante 30 minutos o hasta que quede bien cocido (pinchar con un palillo de brocheta, cuando salga limpio estará listo). Dejar enfriar y desmoldar.
Consejos para la cocción:
- No se debe abrir la puerta del horno durante la cocción, especialmente durante los primeros minutos o al menos durante el tiempo en el que es evidente por el aspecto que el bizcocho está crudo, resiste las ganas y confórmate con mirarlo a través de la puerta. Si abres la puerta, el contraste de temperatura puede bajar tu bizcocho y con él tu moral con el resultado de la receta (ya no volverá a subir).
- Cuando se aproxime el tiempo de finalización del horneado se puede empezar a comprobar si la masa está ya cocida con la técnica del palillo explicada más arriba. No es conveniente tampoco que el bizcocho se pase de horneado, ya que perdería humedad y correríamos el riesgo de ahogarnos engullipados al comérnoslo.
- Una vez finalizada la cocción, apagar el horno y dejar entreabierta la puerta. Pasados cinco minutos abrir la puerta del todo y deslizar la bandeja del horno hacia afuera. Pasados otros cinco minutos sacar el molde totalmente del horno y dejarlo enfriar sobre una rejilla. Pasados otros cinco minutos desmoldar (al no estar ya tan caliente estará menos frágil y correremos menos riesgo de quebrarlo) y dejar enfriar totalmente sobre la rejilla.
- La temperatura es orientativa porque cada horno funciona de diferente manera. En mi caso, al tener un horno de 45 cm de altura en lugar de los 60 normales, tengo que tender a bajar un poco las temperaturas para evitar que queden demasiado morenitos. Pero como siempre si el bizcocho sube mucho por el centro y se resquebraja es que la temperatura está demasiado alta; si por el contrario queda hundido del centro es que está demasiado baja.
- La levadura química que llevan los bizcochos, a diferencia de las levaduras de panaderías, es de acción instantánea por lo que no es necesario dejarlos reposar para que leven. En el caso de la utilización de bicarbonato junto al suero de leche es hasta contraproducente, ya que se pasaría el efecto burbujeante de su combinación. Son un poco "aquí te pillo, aquí te mato" (en el sentido amoroso de la expresión).