lunes, 31 de octubre de 2011

16 consejos para hacer buñuelos de viento

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Los buñuelos de viento son mi "clásico" del Día de los Santos. Llevo haciéndolos desde bastante pequeña y no entiendo este día sin una buena bandeja de buñuelos. Cada vez se están sofisticando más los rellenos, pero para mi gusto los sabores clásicos son los mejores: nata, chocolate, crema pastelera y cabello de ángel.

Si os animáis a prepararlos, podéis consultar aquí la receta. Con esta entrada simplemente quería añadir algunos consejos:

Importante:
1. Los buñuelos de viento son muy sencillos de preparar, la mayor prueba a la que tendremos que enfrentarnos es la PACIENCIA, porque necesitaremos dedicarles bastante tiempo a la fritura. Por lo demás veréis qué sencillos son. Animaos a probarlos.

La masa:
2. Se pueden hacer con margarina o mantequilla, yo personalmente prefiero la mantequilla porque me gusta más su sabor.
3. La harina debe ser específica de repostería. Un año utilicé harina de todo uso (marca DIA) y la textura fue desastrosa. Así que ya no me arriesgo y procuro utilizar la harina de repostería de Gallo.
4. En la receta viene el número de huevos pero es orientativo. En realidad buscamos una masa con una textura suave y ligeramente brillante. Generalmente yo uso ese número de huevos y claras, aunque alguna vez me he quedado más tranquila añadiendo un huevo más. Pero recordad la masa debe quedar espesa, lisa y con brillito.


5. La receta aparte de huevos enteros utiliza dos claras. Yo aprovecho las claras restantes de preparar la crema pastelera, haciendo dos terceras partes de la cantidad que viene en la receta que podéis consultar aquí. Así no desperdiciamos nada.

La fritura:
6. Es importante utilizar un buen aceite. Yo siempre utilizo aceite de oliva virgen extra. Al final quedará bastante quemado y no será adecuado reutilizarlo en la cocina, pero con él podéis preparar un estupendo jabón casero. (Próximamente la receta aquí)
7. Es preferible hacer los buñuelos pequeños, del tamaño aproximado de una nuez moscada e intentar que no le queden picos a la masa. Para ello podéis hacerlos utilizando dos cucharas, recogiendo con una de ellas la masa de la otra hasta darle una forma redondeada.


8. Al echar los buñuelos a la sartén el aceite no debe estar muy caliente (yo lo tengo al 6,5 sobre 10) y cuando ya han crecido más subo la temperatura ligeramente. Entre tanda y tanda retiro la sartén del fuego para que se enfríe un poco el aceite.
9. Los buñuelos necesitan tiempo para freirse adecuadamente. Pensad que parten de ser una masa densa del tamaño de una nuez moscada hasta tener un tamaño algo mayor al de una nuez (de las otras), para eso necesitan tiempo. Gracias al huevo que lleva la masa se van formando burbujas de aire en el interior que van aligerando su textura y que además son las responsables de que los buñuelos se volteen solos.
10. Es recomendable utilizar una sartén profunda. Como indico en el paso anterior, los buñuelos se dan la vuelta solos. Para ello necesitan una buena cantidad de aceite en la sartén (no deben tocar el fondo para voltearse con facilidad), espacio entre ellos (por lo que no conviene poner muchos de golpe) y temperatura adecuada del aceite (si éste está demasiado caliente se dorarán por fuera pero no llegarán a crear las burbujas necesarias del interior). De todas formas, si veis que alguno no se mueve dadle un pequeño toque que le sirva de impulso para moverse o dadles directamente la vuelta vosotros.


11. Una vez que saquéis la primera tanda de buñuelos podéis cortar uno de ellos y comprobar el punto de cocción que tiene para que sirva de referencia para las siguientes tandas.
12. Escurrir sobre papel de cocina o servilletas los buñuelos conforme salen de la sartén para eliminar el aceite que tienen en la superficie, veréis que no quedan nada aceitosos.
13. Dejar enfriar extendidos en una bandeja antes de proceder a rellenarlos.




El relleno:
13. Podéis utilizar una manga pastelera para rellenarlos. Venden una boquilla alargada y fina específica para esto, pero a mí me resulta más sencilla la técnica del "tijeretazo" al buñuelo y cucharadita de relleno. Así además podremos distinguir a simple vista el relleno de cada uno de ellos.
14. Los sabores clásicos son de nata, chocolate, crema pastelera y cabello de ángel, pero podéis poner cualquier otro relleno que os guste: dulce de batata, mousse de limón o café, crema de castañas...
15. Se pueden rellenar también de salado (paté, queso de untar, sobrasada...) pero para ello es mejor que los buñuelos estén horneados en lugar de fritos.



Presentación:
16. Presentar espolvoreados de una buena capa de azúcar glass. Retocad el espolvoreado si en el momento de servir los buñuelos el azúcar se ha humedecido.

¡Feliz Día de Todos los Santos!

sábado, 22 de octubre de 2011

Bizcocho de nata y nueces

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Sigo con los momentos dulces ofreciéndoos este bizcocho de nata y nueces. Y es que hay cosas que son tan sencillas como apetecibles.

Este bizcocho de nata y nueces lo conocí a través de un recetario que me pasó mi hermana. Me llamó la atención por su sencillez. Aunque en la receta original llevaba fideos de chocolate, yo decidí sustituirlos por nueces y el resultado es fenomenal. Es de los que más éxito han tenido en mi casa. ¿Qué ingrediente especial le pondrías tú?



Ingredientes:

- 1 brick de nata para montar
- 250 gr harina
- 190 gr azúcar
- 4 huevos
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 1 sobre de levadura
- 1 buen puñado de nueces (a gusto)



Preparación:

Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras tanto, batir los huevos, la nata, el azúcar y el azúcar vainillado. Añadir la harina tamizada junto con la levadura y mezclar bien hasta que no queden grumos. Añadir el puñado de nueces.

Engrasar un molde y espolvorearlo con harina. Verter la masa del bizcocho e introducir en el horno. Hornear durante unos 30-40 minutos. Sacar del horno y dejar reposar durante 10 minutos, desmoldar.


domingo, 16 de octubre de 2011

Bollos Roseta

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Harina, agua y sal, esto es todo lo que necesitamos para participar del milagro del pan. A partir de aquí podemos enriquecer y mejorar la masa con infinidad de ingredientes como aceites y grasas, frutos, semillas, leche, azúcar... Me parece realmente maravilloso y hasta mágico que con tan poquitos ingredientes podamos realizar tanto, y es que hay infinidad de recetas diferentes de pan.

Hoy, 16 de octubre, celebramos el Día Mundial del Pan. Y debemos celebrarlo, porque mientras nosotros podemos disfrutar a diario de este alimento, millones de personas en el mundo continúan muriendo de hambre y sin poder no ya disfrutar sino sobrevivir con este u otros alimentos básicos. Sirva este día de recordatorio de esta realidad contra cuya crueldad cada día estamos más anestesiados, así como para animarnos a compartir con los demás. Os dejo este enlace de Acción Contra el Hambre que he visto hoy y me ha encantado, a ver qué os parece.


Pues para celebrar este día me uno a la iniciativa Happy World Bread Day 2011 horneando estos panecillos o bollos Roseta que he encontrado en el ya citado libro "Das Große Buch von Backen". Se trata de unos bollos con masa enriquecida con grasa (aceite de oliva y mantequilla) y ligeramente dulces perfectos para tomar en el desayuno o la merienda con mantequilla y mermelada, jamón cocido y queso, Nocilla... Vosotros elegís.


Ingredientes:

- 560 gr harina de panadería
- 1 sobre de levadura deshidratada (5,5 gr)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 325 ml de agua
- 50 gr de mantequilla ablandada
- 60 ml de aceite de oliva
- 60 gr de azúcar
Algo de leche para pintar
Algo de harina para espolvorear


Preparación:

Mezclar la levadura, la cucharadita de azúcar y 125 ml de agua tibia. Dejar reposar durante 10 minutos fuera de corrientes en un lugar cálido (si la mezcla no reacciona es que la levadura está pasada, empezar de nuevo utilizando levadura fresca).

Poner en un bol la harina junto con la sal y mezclar. Hacer un hueco en el centro y verter la mezcla de levadura, el aceite, el azúcar y 200 ml de agua tibia. Mezclar hasta que se forme una masa basta y amasar. Rectificar de harina o agua si es necesario. Incorporar la mantequilla y seguir amasando hasta que quede una masa lisa y elástica, blandita.

Colocar la masa en un bol ligeramente untado con aceite y cubrir con film transparente o un paño. Dejar reposar durante aproximadamente 1 hora en un lugar cálido.

Volcar la masa en el mármol y amasar ligeramente de nuevo. Hacer porciones de entre 80 y 90 gr de peso. Aplastar ligeramente cada una de las porciones y recoger los "picos" hacia el centro. Dar la vuelta y con ayuda de las manos ir girando la masa (movimiento de rotación) sobre sí misma dándole forma de bola y aumentando la tensión de la superficie de la masa. Colocar en una bandeja sobre papel de hornear y aplastar ligeramente. Proceder igual con el resto de la bolas, dejando una "distancia de seguridad" de 5 cm, ya que crecerán. Dejar reposar durante 1 hora aproximadamente cubiertas con un paño y fuera de corrientes en un lugar cálido.

Precalentar el horno a 180ºC. Pintar con leche y espolvorear harina por encima con la ayuda de un colador.

Vamos a proceder al greñado tan característico de estos bollos. Con un cortapastas o el tapón de un botecito de especias (unos 3 cm de diámetro) hacer el círculo de la Roseta hundiéndolo en el centro de la masa (1 cm de profundidad aproximadamente). No os preocupéis si se desinfla un poco la masa, volverá a crecer. Desde el círculo y hacia el exterior hacer 5 cortes limpios en la masa con un cuchillo bien afilado o una cuchilla, formando así los radios de la Roseta.

Hornear durante unos 15-18 minutos, hasta que queden doraditas. Dejar enfriar sobre una rejilla.


Recomendaciones:

- Los tiempos de reposo y levado son orientativos, dependen de la levadura que utilicemos (tipo y cantidad) así como de la temperatura ambiente. En invierno los tiempos deberán ser mayores al verano o compensar con una mayor cantidad de levadura.
- La cantidad de levadura dependerá de la cantidad de harina que utilicemos, de la temperatura ambiente y del tiempo del que dispongamos.
- Por tanto, levadura, tiempo y temperatura son variables que deberemos modificar o a las que nos deberemos adaptar en función de las circunstancias. Por ejemplo, si normalmente para el levado de una masa en verano necesitamos 1 h, puede que en invierno necesitemos media hora más. Así que observemos y tengamos paciencia, el tiempo es la variable más valiosa de todas.
- La cantidad de harina y agua también puede variar respecto a la receta en función de la harina que utilicemos y la capacidad de absorción de la misma. En el pan las cantidades siempre son orientativas. Una de las cuestiones que tenemos que tener en cuenta es que la cantidad de sal que viene en una receta es para una determinada cantidad de harina, por lo que es conveniente empezar poniendo un poco menos de la cantidad de agua e ir añadiendo más si lo vemos necesario. En el caso de esta receta se trata de una masa flojita, casi peguntosa.



viernes, 7 de octubre de 2011

Galletas integrales

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Tengo un libro que es un tesoro (o quizá debería decir ein Schatz). Se llama Das Große Buch vom Backen, que viene a ser algo así como "el gran libro del horneado" (dulce y salado). Me lo trajo mi hermana de su viaje a Berlín y la verdad es que no me canso de mirarlo ya que incluye de todo: bizcochos, galletas, muffins, panes, repostería salada, tartas... de diferentes partes del mundo. He hecho ya alguna de sus recetas pero hay muchíiiiiiiiiiisimas que tengo en ganas. La receta que os presento hoy me apetecía mucho hacerla. Se trata de unas galletas integrales ideales para el desayuno o la merienda. Como no son excesivamente dulces os propongo también la opción de cubrir una de las caras con chocolate. El resultado en este caso me recuerda algo a las galletas Digestive de Fontaneda.He tenido que hacer una pequeña variación respecto a la receta original que incluía extracto de malta (la he sustituido por Goldensyrup), ya que en España es difícil de encontrarlo. Aunque investigando, investigando he descubierto que en amazon.de lo venden (Malzextrakt). El extracto de malta es una sustancia muy peguntosa y de color oscuro que se ocuparía por un lado de ayudar a aglutinar los ingredientes de la galleta para que no se desmorone, y por otro de aportarle un sabor extra a cereales. Espero que si alguno os animáis a probar a hacerlas con la malta me contéis el resultado.Por cierto que ésta es la primera receta que publico utilizando mi nuevo equipo de iluminación que compré siguiendo las recomendaciones del blog webosfritos. Últimamente estamos superentusiasmados con la fotografía y con ganas de hacer algún curso presencial que nos ayude a mejorar nuestras fotos dentro y fuera de casa. Aunque todavía hay mucho que aprender aquí os muestro nuestro resultado. ¿Qué os parecen?


Ingredientes:

Para las galletas:

- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente

- 60 gr de azúcar moreno

- 1 cucharada de Goldensyrup (mi sustituto particular del extracto de malta)

- 1 huevo ligeramente batido

- 125 gr de harina

- 150 gr de harina integral (la podéis encontrar en Mercadona)

- 1 cucharada de levadura en polvo (tipo Royal)

- 35 gr de salvado de trigo (se encuentra en herboristerías)

Para la cobertura de chocolate:

- 50 gr de chocolate de cobertura (yo utilicé gotitas de chocolate Valor con leche)

- 1 cucharada de nata líquida


Preparación:

Batir en una fuente la mantequilla, el azúcar y el sirope (Goldensirup) hasta que quede la mezcla cremosa. Poco a poco ir añadiendo el huevo batido. Es importante que el huevo esté a temperatura ambiente para que no se corte la mezcla. Pesar y mezclar en una fuente aparte las harinas, la levadura y el salvado de trigo y añadir poco a poco a la mezcla anterior hasta formar una masa consistente. Envolver en film transparente y meter en el frigorífico al menos una hora. Precalentar el horno (calor superior e inferior) a 180ºC y forrar dos bandejas con papel de hornear. Extender la masa sobre la encimera dejándola de unos 5 mm de grosor y cortar las galletas con un cortapastas (en mi caso uno redondo de unos 5 cm de diámetro). Ir colocando las galletas sobre la fuente de hornear. Cuando tengáis una bandeja lista metedla en el frigorífico durante unos 20 min para que la masa vuelva a enfriarse. Mientras tanto continuar cortando las galletas de la segunda fuente. La masa que sobra de cortar las galletas se vuelve a juntar y a estirar con el rodillo, para volver a cortar más galletas. Continuar hasta terminar la masa. Hornear las galletas durante unos 12 minutos hasta que estén doraditas. Sacar del horno y dejar enfriar, transcurridos unos minutos colocar sobre una rejilla para que se enfríen y ventilen mejor. Pasemos ahora a la cobertura de chocolate. Al ser poquita cantidad yo no me complico la vida y resuelvo este problema en el microondas: Poner en un bol la cucharada de nata líquida y calentar. Sacar el bol del microondas y añadir el chocolate, removiendo bien con unas barillaspara ayudarlo a que se derrita. Pintar las galletas por una de las caras con el chocolate y dejar que éste solidifique de nuevo. Preparar un buen vaso de leche y ¡a disfrutar de las galletas!