domingo, 16 de octubre de 2011

Bollos Roseta

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Harina, agua y sal, esto es todo lo que necesitamos para participar del milagro del pan. A partir de aquí podemos enriquecer y mejorar la masa con infinidad de ingredientes como aceites y grasas, frutos, semillas, leche, azúcar... Me parece realmente maravilloso y hasta mágico que con tan poquitos ingredientes podamos realizar tanto, y es que hay infinidad de recetas diferentes de pan.

Hoy, 16 de octubre, celebramos el Día Mundial del Pan. Y debemos celebrarlo, porque mientras nosotros podemos disfrutar a diario de este alimento, millones de personas en el mundo continúan muriendo de hambre y sin poder no ya disfrutar sino sobrevivir con este u otros alimentos básicos. Sirva este día de recordatorio de esta realidad contra cuya crueldad cada día estamos más anestesiados, así como para animarnos a compartir con los demás. Os dejo este enlace de Acción Contra el Hambre que he visto hoy y me ha encantado, a ver qué os parece.


Pues para celebrar este día me uno a la iniciativa Happy World Bread Day 2011 horneando estos panecillos o bollos Roseta que he encontrado en el ya citado libro "Das Große Buch von Backen". Se trata de unos bollos con masa enriquecida con grasa (aceite de oliva y mantequilla) y ligeramente dulces perfectos para tomar en el desayuno o la merienda con mantequilla y mermelada, jamón cocido y queso, Nocilla... Vosotros elegís.


Ingredientes:

- 560 gr harina de panadería
- 1 sobre de levadura deshidratada (5,5 gr)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 325 ml de agua
- 50 gr de mantequilla ablandada
- 60 ml de aceite de oliva
- 60 gr de azúcar
Algo de leche para pintar
Algo de harina para espolvorear


Preparación:

Mezclar la levadura, la cucharadita de azúcar y 125 ml de agua tibia. Dejar reposar durante 10 minutos fuera de corrientes en un lugar cálido (si la mezcla no reacciona es que la levadura está pasada, empezar de nuevo utilizando levadura fresca).

Poner en un bol la harina junto con la sal y mezclar. Hacer un hueco en el centro y verter la mezcla de levadura, el aceite, el azúcar y 200 ml de agua tibia. Mezclar hasta que se forme una masa basta y amasar. Rectificar de harina o agua si es necesario. Incorporar la mantequilla y seguir amasando hasta que quede una masa lisa y elástica, blandita.

Colocar la masa en un bol ligeramente untado con aceite y cubrir con film transparente o un paño. Dejar reposar durante aproximadamente 1 hora en un lugar cálido.

Volcar la masa en el mármol y amasar ligeramente de nuevo. Hacer porciones de entre 80 y 90 gr de peso. Aplastar ligeramente cada una de las porciones y recoger los "picos" hacia el centro. Dar la vuelta y con ayuda de las manos ir girando la masa (movimiento de rotación) sobre sí misma dándole forma de bola y aumentando la tensión de la superficie de la masa. Colocar en una bandeja sobre papel de hornear y aplastar ligeramente. Proceder igual con el resto de la bolas, dejando una "distancia de seguridad" de 5 cm, ya que crecerán. Dejar reposar durante 1 hora aproximadamente cubiertas con un paño y fuera de corrientes en un lugar cálido.

Precalentar el horno a 180ºC. Pintar con leche y espolvorear harina por encima con la ayuda de un colador.

Vamos a proceder al greñado tan característico de estos bollos. Con un cortapastas o el tapón de un botecito de especias (unos 3 cm de diámetro) hacer el círculo de la Roseta hundiéndolo en el centro de la masa (1 cm de profundidad aproximadamente). No os preocupéis si se desinfla un poco la masa, volverá a crecer. Desde el círculo y hacia el exterior hacer 5 cortes limpios en la masa con un cuchillo bien afilado o una cuchilla, formando así los radios de la Roseta.

Hornear durante unos 15-18 minutos, hasta que queden doraditas. Dejar enfriar sobre una rejilla.


Recomendaciones:

- Los tiempos de reposo y levado son orientativos, dependen de la levadura que utilicemos (tipo y cantidad) así como de la temperatura ambiente. En invierno los tiempos deberán ser mayores al verano o compensar con una mayor cantidad de levadura.
- La cantidad de levadura dependerá de la cantidad de harina que utilicemos, de la temperatura ambiente y del tiempo del que dispongamos.
- Por tanto, levadura, tiempo y temperatura son variables que deberemos modificar o a las que nos deberemos adaptar en función de las circunstancias. Por ejemplo, si normalmente para el levado de una masa en verano necesitamos 1 h, puede que en invierno necesitemos media hora más. Así que observemos y tengamos paciencia, el tiempo es la variable más valiosa de todas.
- La cantidad de harina y agua también puede variar respecto a la receta en función de la harina que utilicemos y la capacidad de absorción de la misma. En el pan las cantidades siempre son orientativas. Una de las cuestiones que tenemos que tener en cuenta es que la cantidad de sal que viene en una receta es para una determinada cantidad de harina, por lo que es conveniente empezar poniendo un poco menos de la cantidad de agua e ir añadiendo más si lo vemos necesario. En el caso de esta receta se trata de una masa flojita, casi peguntosa.



2 comentarios:

  1. Qué peligro esto de que se acerquen los fríos!!!!Ya me imagino el horno pidiendo clemencia y nosotras no dándole tregua!!Viva el pan!!

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  2. ¡Viva! Y que falte el vino para acompañarlo.

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