viernes, 14 de diciembre de 2012

Lomo de orza al estilo de Carmina (mi madre)

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Hoy os traigo una receta salada, de las que son superprácticas para tener en casa para una cenita sin complicaciones o para improvisar si viene una visita inesperada. Aunque se puede tomar durante todo el año, parece que es por estas fechas cuando más apetece tomarse un buen lomo de orza y es la época ideal para dejar nuestra carne marinando en esa mezcla de ricas especias. Así se hacía antiguamente, consiguiendo conservar durante largas temporadas parte de la carne que se sacaba de la matanza.

Esta es una de las recetas en las que el aceite de oliva virgen extra muestra su grandeza desde el principio hasta el final de la receta, ya que lo utilizaremos para freír, conservar y degustar con todo su sabor nuestro lomo de orza. La receta es de mi madre (con truquillos incluidos), que es una gran cocinera y tiene muy buena mano para aliñar las comidas en su justa medida, sin pasarse en los sabores.  Me la ha prestado para que la comparta aquí con vosotros, pero además la he podido compartir hoy también con los oyentes del programa "Hoy por Hoy Jaén" de la Cadena Ser. Gracias, Lola, por haber confiado en esta pequeña bloguera para compartir una de mis recetas y por haber hecho tan fácil, cómodo y divertido este ratito. Para los que hayáis escuchado la receta y no os ha dado tiempo a tomar nota u os ha quedado alguna duda y para los que no la hayáis escuchado pero estéis interesados en saber cómo prepara mi madre (y ahora también yo) el lomo de orza, aquí tenéis la receta.


Ingredientes:
- 1 kg. de lomo
- 1 cucharada sopera de orégano
- 2 pimientos morrones o ñoras
- 2 clavos de olor
- 1/4 de palo de canela (chico)
- 1 hoja de laurel pequeña
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 3 dientes de ajo gordos
- 1 pizca de comino molido
- 8-10 granos de pimienta negra
- 2 cucharadas soperas de vinagre
- sal
- aceite de oliva virgen extra (para freír)


Preparación:

Día 1:
  1. Cortar el lomo en rodajas de unos 3 cm. de grosor (saldrán 4 o 5 rodajas).
  2. Lavar bien dos ñoras o pimientos morrones, abrirlas y retirar el tallo y ponerlas a hervir durante un par de minutos para ablandarlas. Retirar del fuego, esperar a que enfríen un poco y poner en el vaso de la batidora.
  3. Añadir al vaso de la batidora el resto de especias, la sal (a ojo y al gusto del cocinero, pero sin abusar) y triturar (no batir de forma continua, sino intermitente para que no nos que de como un puré). Añadir algo más de agua fría (lo suficiente para que al verterlo sobre la carne ésta quede cubierta del adobo).
  4. Poner la carne en una fuente honda o un recipiente de cierre hermético y cubrir con el adobo, si es necesario añadir más agua. Tapar con film transparente sujeto con una goma elástica (porque huele mucho) o con la tapadera del recipiente y dejar durante un día o dos en maceración en un lugar fresco (yo prefiero meterlo en el frigorífico pese a que huele un poco).
Día 2:
  1. En una sartén pequeña y profunda poner a calentar aceite de oliva virgen extra (fundamental un aceite de calidad para esta receta), lo suficiente para que el lomo quede casi cubierto. Mientras se calienta el aceite poner a escurrir el lomo y quitar el exceso de agua poniéndolo sobre papel de cocina. ¡NO TIRAR EL ADOBO! Luego hará falta.
  2. Una vez que el aceite esté caliente (desahumado), retirar del fuego y esperar a que se enfríe un poco.
  3. Poner de nuevo la sartén con el aceite a fuego medio-bajo e ir friendo las rodajas de lomo. Es importante que el fuego no esté fuerte para que no nos quede muy reseco.  Antes de que se ponga dorado sacar los trozos del fuego.
  4. La carne que va saliendo de la sartén se pone sobre un escurridor con un plato debajo. Al escurrir el agua que le quedaba a la carne nos ayudará a su conservación durante semanas sin necesidad de que friamos en exceso la carne.
  5. Una vez que terminemos de freír el lomo, dejar la sartén con el aceite en el fuego a temperatura flojita para que también el aceite pierda todo el agua que tomó del lomo, añadirle las especias del adobo coladas y bien escurridas. Una vez que las especias van cogiendo fuerza en el fuego y que se vea que ha perdido todo el agua el aceite, retirar la sartén del fuego y dejar enfriar.
  6. Colocar los trozos de carne bien juntitos en un recipiente (tarro, tuper…) más bien profundo y cubrir con el aceite ya colado que hemos utilizado para freír. Cuanto más apretaditos estén los trozos de carne, menos aceite hará falta para conservarlos y más concentrado tendrá el sabor de las especias que hemos utilizado para adobar. Si no hay suficiente, desahumar algo más en la sartén  hasta que quede cubierto el lomo. Bien cubierto de este rico aceite de oliva virgen extra, el lomo de orza se conserva mucho tiempo.

Consejos para servirlo:
- El lomo debe estar a temperatura ambiente, por lo que debemos sacarlo del frigorífico un rato antes. Si está frío no podremos apreciar todos los aromas del adobo como éste se merece. Si le damos un "calentón" en el microondas podremos resecar la carne. Así que un poco de previsión y mientras preparamos el resto de la cena dejar que se aclimate. Si no nos hemos acordado de sacarlo del frigorífico, podemos calentar en el microondas el plato que utilicemos para servirlo; para ello lo mojamos bajo el grifo y lo ponemos a máxima potencia durante dos minutos.
- Cortar el lomo en lonchas muy finitas, mi padre insiste mucho en esto (es su primera aportación a la receta).
- La segunda aportación de mi padre es su recomendación de servir el lomo bien regado con el aceite de oliva virgen extra que hemos utilizado para cocinar y conservar el lomo. 


jueves, 22 de noviembre de 2012

Tarta de queso y Mars

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En una de mis incursiones a Alemania me compré un libro de tartas de queso que tenía una pinta estupenda. Las tartas son en general muy apetitosas pero había una que me entró especialmente por los ojos y es ésta que hoy os presento. Esta tarta requiere un ejercicio de superación de remordimientos, porque es una auténtica bomba energética, y de autoconvencimiento del ejercicio que vas a hacer a la semana siguiente para quemar todas estas calorías (que luego ya veremos si lo cumplimos). Pero superadas estas dos fases todo lo demás es bastante sencillo y placentero. Estoy segura de que si la probáis os encantará.

Es de los tipos de tarta de queso que no requieren horno y que van ganando cuanto mayor es su reposo, así que si tienes alguna celebración o algún invitado a casa puedes dejarla hecha el día anterior. La tarta se compone de una doble capa de queso y trocitos de chocolatinas Mars, bañada cada una de ellas con una salsa de caramelo y otra de chocolate. ¿Cómo os habéis quedado?

Yo la preparé para celebrar el cumpleaños de mi cuñada y el resultado fue todo un éxito, así que no quiero dejar de compartirla con vosotros. Ánimo y a por ella.


Ingredientes:
Para la base:
-250 gr. de galletas Digestive de chocolate
- 90 gr. de mantequilla a punto pomada.
- 2 cucharadas de cacao en polvo (yo utilicé Valor)

Para el relleno:
- 500 gr. de queso de untar (tipo Philadelphia)
- 110 gr. de azúcar glas
- 300 gr. de nata para montar
- 180 gr. de chocolatinas Mars
- 6 hojas de gelatina
- 1/2 vasito de leche

Para la salsa de caramelo:
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 20 gr. de mantequilla
- 2 cucharadas de nata para montar (se las podemos robar a la nata del relleno)

Para la salsa de chocolate:
- 50 gr. de chocolate con leche
- 2 cucharadas de nata para montar (si no se mosquea el relleno le volvemos a robar un poco de nata)

Preparación:
1. Con una picadora, Thermomix, un mortero o un rodillo de cocina trituramos las galletas hasta que queden hechas polvo, le añadimos la mantequilla y el cacao en polvo y mezclamos bien con un tenedor. Repartir la mezcla sobre el fondo y los bordes de un molde desmontable de unos 21 cm de diámetro, presionando bien la mezcla para que quede compacta y uniforme. Meter en el frigorífico al menos 30 minutos, mientras preparamos el relleno y las salsas.

2. En una sartén pequeña calentar a fuego bajo la mantequilla, el azúcar moreno y las dos cucharadas de nata hasta que el azúcar quede bien disuelto y se forme una crema de caramelo. Cortar el fuego y dejar enfriar.

3. En una cacerola poner el chocolate con dos cucharadas de nata y calentar a fuego lento hasta que el chocolate se derrita y quede una salsa uniforme. Dejar reposar.

4. Poner las hojas de gelatina en remojo en agua hasta que queden bien hidratadas, unos 5-7 minutos. Escurrir y desleir en medio vasito de leche caliente. Dejar enfriar un poco.

5. En un bol y con ayuda de unas varillas batir el queso y el azúcar durante unos minutos, añadir la gelatina diluida en leche y batir un poco más. En otro bol montar la nata y añadirla posteriormente a la mezcla de queso junto a las chocalatinas picadas en trocitos. Mezclar con ayuda de una lengua de cocina .

6. Verter la mitad de la mezcla de queso sobre la base de galletas. Cubrir por encima con la mitad de las salsas de caramelo y chocolate. Extender éstas con una tenedor. Repartir la otra mitad de la mezcla de queso procurando dejar la superficie bien lisa.

7. Finalizar cubriendo con el resto de salsas de chocolate y caramelo poniéndolas de forma decorativa. Yo puse las salsas en dos biberones de cocina y fui haciendo círculos concéntricos alternando ambas salsas hasta llegar al centro. Finalmente y con ayuda de un tenedor puesto de canto fui haciendo líneas desde el centro hacia el exterior arrastrando ligeramente las salsas para que quedara esta terminación tipo "tela de araña". No obstante le podéis dar el toque final que a vosotros más os guste. Si no os queréis complicar podéis hacer una decoración tipo maraña mezclando ligeramente con el cuenco de la cuchara las salsas, dejando que se aprecien los dos colores.

8. Dejar enfriar al menos 3 horas.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Raviolis de puerro y gambas y VI Convención de la tapa II

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Si habéis visto mi anterior entrada, en ésta os presento la tapa que yo preparé para la VI Convención de la tapa que celebramos unos cuantos amigos hace unos días. Como el título del evento en esta ocasión era "No soy lo que crees que soy" me decidí a preparar estos sencillos, ligeros y ricos raviolis de calabacín. Y no, no se trata de un plato de pasta como podríais pensar (ahí está la gracia). Como podéis apreciar en la foto lo que hace de ravioli son finas láminas de calabacín que esconden en su interior un sofrito de puerro, gamba y queso de untar. Pero vamos, que partiendo de esta idea los rellenos pueden ser tan variados como vuestra imaginación os permita.



Ingredientes:
- 2 calabacines
- 2 puerros
- 18 gambas
- queso de untar
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta


Preparación:
1. Lavar bien los calabacines y eliminar el extremo donde se encuentra el rabito. Como vamos a trabajar con láminas cortadas a lo largo, es conveniente hacer un corte a lo largo con el cuchillo para eliminar la parte más curvada del calabacín (no lo tires, lo puedes aprovechar para preparar cremas, sofritos, pisto...). Con ayuda de una mandolina cortar láminas de unos 2 mm de grosor, habrá que cortar el doble de láminas que raviolis queramos hacer.

2. En una cacerola poner agua a hervir con una cucharadita de sal. Ir sumergiendo una a una las láminas de calabacín durante unos 15 segundo. Sacar y pasar a una fuente con agua fría, así detendremos la cocción y reavivaremos el color verde del calabacín. Escurrir las láminas de calabacín sobre un paño de cocina.

3. Picar los puerros bien finitos y sofreir despacio en una sartén con un poquito de aceite (unas cuatro cucharadas). Cuando el puerro esté pochado añadir las gambas, un poquito de sal y de pimienta y dar unas vueltas, lo justo para que las gambas cambien su color. Añadir una cucharada colmada de queso de untar (más o menos cantidad según gustos) y mezclarlo bien con el sofrito. Cortar el fuego y dejar enfriar un poco.

4. Ahora vamos a rellenar los raviolis, para ello poner sobre una tabla de cocina dos láminas de calabacín perpendicular una respecto a la otra (formando una cruz, vamos). Poner una cucharada de relleno incluyendo un par de gambas en cada tanda. Doblar un extremo del calabacín que está en contacto con la tabla sobre el sofrito, a continuación el otro. Hacer igual con la otra lámina de calabacín. Os debe haber quedado un paquetito. Hacer igual con el resto de láminas y sofrito.

5. Poner unas gotas de aceite de oliva virgen extra sobre una plancha de cocina o sobre una sartén amplia y colocar los raviolis dorándolos por ambos lados.

6. Se pueden servir tal cual, pero si habéis preparado este plato con antelación los podéis meter en el horno a fuego medio durante unos 10 minutos para calentarlos. Si se trata de un plato preparado para un tapeo, se pueden presentar atravesados por una brocheta.



Crep Ecce Homo y VI Convención de la Tapa

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Pues sí, en casa nos hemos unido a la revolución que ha iniciado Cecilia, esa tierna ancianita de Borja que aún hoy afirma que no es que le saliera un churro de restauración, es que todavía no había acabado. Desde luego esta mujer ha sido todo un ejemplo de confianza en una misma, que ya quisiéramos los demás, así que ahí va este pequeña contribución a la variedad de reproducciones de su obra que se pueden encontrar en la red. Pero no, no hemos hecho un churro sino un crep, que parece ser que tiene más glamour.

Y es que se trata de la aportación de mi marido a la VI Convención de la Tapa que, como ya viene siendo tradicional, desde hace algunos años celebramos con unos cuantos amigos. Como ya ocurrió en la ocasión anterior el certamen tenía temática, y decidimos darle un toque un poco cachondo titulándola: "No soy lo que crees que soy" (Seguro que si el auténtico Ecce Homo hubiera podido hablar le habría dicho estas mismas palabras al cura de la iglesia cuando descubrió el cambio de look que le habían hecho, jeje). El caso es que este título buscaba que las tapas tuvieran un aspecto algo distinto al que asociaríamos a su nombre (tapas disfrazadas) o con una elaboración diferente a la que tradicionalmente tienen. Como seguro que no os ha quedado muy claro de qué iba esto, aquí os dejo el magnífico menú que tomamos aquel día (de izquierda a derecha y de arriba a abajo):



1. Pastel de espárragos: Con todo el aspecto de una mousse de limón y como si de un plato dulce se tratara, F de El gusto por lo bueno nos sorprendió con esta suave, fina y riquísima mousse de espárragos. Podéis ver la receta pinchando aquí.

2. Salchicha momificada del faraón: Tras una explicación histórica argumentada e ilustrada por un papiro, R nos arrancó una carcajada y demostró que lo que nos presentaba era la auténtica salchicha de un faraón (no recuerdo cuál) que ha resistido al tiempo perfectamente momificada con la conocida técnica embalsamadora de envolverla en hojaldre. Lo que no me quedó tan claro es cómo se consiguió multiplicar por nueve la valiosa salchicha de este faraón...

3. Magdalenas de salmón y queso: Aunque normalmente nos comemos las magdalenas en el desayuno o la merienda, éstas no eran para mojarlas en el  Cola Cao  (ya que eran saladas y con relleno de salmón ahumado y queso), pero estaban para chuparse los dedos.

4. Peras de puré de patata: Estas preciosas peritas a las que no les falta un detalle las preparó A, de La Ciudad Azul. Son supercoquetas y estaban muy ricas, además tenían su toque scrap.

5. Cocktail de marisco: Con toda la apariencia de unas clásicas naranjas heladas E de Alma de Azúcar nos presentó un cóctel de gambas muy fresquito y rico en un envase biodegradable, y es que le encanta todo lo que es natural. Podéis consultar su receta aquí.

6. Raviolis de puerro y gambas: Aunque normalmente la palabra ravioli la asociamos a la pasta, en esta ocasión estos puerros y gambas estaban envueltos en calabacín. Fue mi contribución tapera y tuvo bastante éxito. Tenéis la receta aquí.

7. Deep fried chocolate cake : F nos sorprendió con este postre, primero con su largo y enrevesado nombre y luego con su elaboración, ya que se trataba de un bizcocho de chocolate rebozado en huevo y pan rallado y posteriormente frito como si de una croqueta se tratara. Para rematar la faena estaba bañado con un sirope de chocolate. ¿Cómo os habéis quedado? Buenísimo y superoriginal.

8. Crep Ecce Homo: Después de currarse unas magníficas plantillas con la cara de esta obra de arte, S provocó una carcajada general cuando apareció con nueve réplicas del que a día de hoy es el Ecce Homo más conocido del mundo y éste año el disfraz favorito de los americanos en Halloween (la receta más abajo).

9. Morcilla dulce: Y ya para acompañar el cafelito R de Manual-Ideando nos hizo alucinar con esta morcilla dulce de chocolate, galletas y frutos secos. La primera vez que acompaño un café con una rodaja de morcilla ¡y me gusta! (bueno, la primera y la única). No dejéis de conocer esta receta.

La receta de crep Ecce Homo es una mezcla culinaria (receta de crepes de Gastronomiaycia y de manualidades, ya que además de preparar la receta hubo un trabajo previo para elaborar las plantillas que permitieron sacar así de guapo y auténtico este Ecce Homo.


Ingredientes:

- 500 ml de leche
- 250 gr. de harina
- 4 huevos
- 50 gr. de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de azúcar vainillada
- 1 cucharadita rasa de sal
- 1 cucharada de ron
- Crema de cacao
- Cacao en polvo
- Cartulina y papel de aluminio para las plantillas.

Preparación:

1. Batir la leche, harina, huevos, mantequilla a punto de pomada, azúcar, azúcar vainillada, sal y ron hasta conseguir una mezcla fina y sin grumos (con batidora de mano). Dejar reposar durante unas dos horas.

2. Mientras la masa reposa se pueden preparar las plantillas. Para ello es conveniente buscar una imagen del Ecce Homo e imprimirla del tamaño que queramos que salga nuestro crep. A partir de ahí sacaremos calcándolas dos plantillas:
- una de la silueta de la cabeza, para recortar los trozos que sobren.
- otra de la cara, calando en ella los ojos, nariz y boca.

3. Cuando tengamos las plantillas es conveniente forrarlas con papel de aluminio, abriendo los huecos de ojos, nariz y boca. Esto es importante por higiene, ya que las plantillas estarán en contacto directo con el crep.

4. Pasado el tiempo de reposo, untaremos ligeramente de mantequilla una sartén para creps (si la tenemos) u otra normal pero cuyo fondo tenga una diámetro ancho y la pondremos al fuego. Con cuidado y sirviéndonos de un cucharón de servir sopa verteremos la cantidad necesaria de masa  para cubrir el fondo de la sartén. Como debe quedar una masa finita deberemos mover la sartén para repartir bien esta masa por todo el fondo de manera uniforme. Cuando la masa se despegue ligeramente de los filos de la sartén le daremos la vuelta, deben quedar ligeramente dorados. Sacar y guardar apilados y cubiertos con film transparente (yo los guardo en un recipiente de propaganda para guardar las fajitas). Proceder igual con el resto de la masa.

5. Colocar los crepes en los platos. Utilizando la primera plantilla (silueta de la cabeza) recortaremos los bordes de la cabeza para darle forma. Retirar la plantilla y colocar la otra. Con un cuchillo iremos extendiendo rápidamente la crema de cacao a modo de pelo en el espacio entre la plantilla y el filo del crep. A continuación y con la ayuda de un colador espolvorearemos el cacao en polvo sobre la plantilla  para "restaurar" los ojos, cejas, nariz y boca. Retirar esta segunda plantilla con mucho cuidado para que no caiga parte del cacao que habrá quedado sobre la plantilla. OJO: ¡No estornudar, silbar ni espurrear mientras hacéis este paso!

6. Servir rápidamente. Se puede acompañar con helado, crema de vainilla o cualquier otro topping de vuestro gusto.

Las carcajadas están garantizadas.



miércoles, 10 de octubre de 2012

Helado de lima curd y tarta de manzana

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Esta entrada es algo especial. Como véis en el título se trata de dos recetas pero yo sólo me ocupo de una de ellas. Esta entrada es, aunque suene reiterativo, un "hermanamiento" con el blog de mi hermana Almadeazucar.

El otro día coincimos comiendo en casa de mis padres y las dos llegamos con algo en las manos para el postre, ella una tarta de manzana y yo un helado de lima curd que tenía en ganas. Así que como buenas hermanas en lugar de disputar qué postre tomaríamos, tomamos una golosa decisión: nos comemos las dos cosas. Y hay que decir que la tarta y el helado hicieron buena pareja.

El helado de lima curd podríamos decir que es una receta de reciclaje del reciclaje: con unas limas que tenía de sobra de preparar mojitos decidí preparar un lima curd, pero como al final no prosperó una merienda con unos amigos en la que iba a utilizarlo volví a reciclar convirtiéndolo en helado. Tanto el lemon curd como su reconversión en helado están muy buenos y os animo a probarlos. Además se trata de recetas muy rápidas y sencillas de preparar.

Para quien no lo sepa, el curd es un tipo de crema que cuenta entre sus principales ingredientes y aromatizantes con el jugo de alguna fruta. Podéis encontrar diferentes opciones (limón, naranja, lima, piña...), siendo quizás la más conocida el lemon curd. Esta crema la podéis utilizar para rellenar tartas o cupcakes, como acompañamiento de unas tortitas, crepes o waffles o como ingrediente principal de un refrescante helado (como he hecho yo). La receta del lemon curd la encontré en el blog Bocadosdulcesysalados, que tiene cosas exquisitas. La receta del helado es una adaptación de varias recetas que he visto por internet.

Por supuesto os animo a que averigüéis cómo se prepara la tarta de manzana que hizo mi hermana visitando su blog.



Ingredientes del lima curd:
- La piel y el zumo de cuatro limas
- 2 huevos
- 80 gr. de azúcar
- 15 gr. de mantequilla

Ingredientes del helado:
- 300 gr. de lima curd
- 400 ml. de nata para montar
- 50 gr. de azúcar glas
- 50 gr. de leche condensada



Preparación del lima curd:
1. Lavar bien las limas, rallar la piel y exprimir el zumo.
2. Batir los huevos en un cazo y añadirles el azúcar, el zumo y la ralladura de lima.
3. Batir bien con unas varillas manuales a fuego medio bajo hasta que la crema cuaje y espese.
4. Retirar del fuego, añadir la mantequilla y mezclar bien.
5. Colar para retirar los restos de ralladura de lima y de cuajo de huevo que se hayan podido formar.
6. Dejar enfriar.

Preparación del helado de lima:
1. Mezclar la nata bien fría y el azúcar glas y batir hasta que la mezcla quede bien montada.
2. Mezclar por otro lado el lima curd y la leche condensada.
3. Añadir la nata montada a la mezcla del lima curd y remover con cuidado con ayuda de una lengua de cocina.
4. a. Con heladera: Montar y conectar la heladera, y añadir la mezcla de helado. Dejar mantecar el tiempo necesario y un mínimo de 20 minutos.
4. b. Sin heladera: Verter la mezcla en un recipiente (si es posible metálico) y meter en el congelador removiendo cada media hora hasta que se congele.


No te olvides de visitar Almadeazúcar para conocer la receta de la tarta de manzana.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Atún teriyaki

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Aprovechando estos últimos (esperemos) días de calor os presento una receta muy, muy fácil y diferente a lo que la mayoría de nosotros solemos comer. Se trata de una receta de atún teriyaki. Con ese nombre y ese origen japonés comprenderéis que no la pueda relacionar con ninguna anécdota de mi infancia ni con mi abuela, ni con sus hermanas, así que esta introducción va a ser más breve de lo habitual en mí.

Mi amiga Magda me había hablado en alguna ocasión de esta receta que ella suele preparar con frecuencia y que este verano, después de verla en un programa de Canal Cocina, me decidí por fin a preparar. La clave  es dar con un buen atún, fresco y rico. Se puede preparar con un lomo atún completo que luego cortaremos en filetes o como yo lo he hecho en esta ocasión, en daditos. Sirve como plato principal o como tapa. ¿Y el acompañamiento? Algo fresquito, una buena ensalada o ensaladilla es genial.



Ingredientes (para 2 personas):

- 300 gr de atún
- Salsa de soja (aproximadamente un vasito de los de vino)
- Semillas de sésamo blancas, negras o mezcla de ambas.
- Aceite para cocinar


Preparación:

1. Cortar el atún en dados de unos 2 cm de lado, salar ligeramente (no mucho porque la salsa de soja es muy sabrosa) y colocarlo en una fuente.

2.  Cubrir con salsa de soja, tapar con film transparente y macerar durante dos horas en el frigorífico. Mover de vez en cuando.

3. Sacar del frigorífico y rebozar los tacos de atún (o el lomo completo) en las semillas de sésamo.

4. Poner un poco de aceite en una sartén e ir marcando los tacos de atún (o el lomo) por todos lados.

5. Servir inmediatamente acompañado de, por ejemplo, una ensaladilla de tomate, cebolla y aguacate cortados en trocitos pequeñitos  y aliñados con sal, limón y aceite.



domingo, 23 de septiembre de 2012

Novedades en entrerecetasymaletas

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Sí, ya sé que en un blog de cocina lo que se espera es que aparezcan recetas, pero quería comentaros algunas novedades del blog que si las mezclamos con recetas al final puede ser que nos salga un mejunje no muy apetecible. Así que por un lado van las novedades y por otro y próximamente la receta.Os cuento:

Por un lado, ha habido algunos sutiles cambios en la imagen del blog (gentileza y curre de mi amantísimo esposo) que creo que han mejorado bastante su aspecto (¡Gracias, S.!). Espero que os hayan gustado.

Gracias a las explicaciones de la web www.iniciablog.com, hemos podido incluir además otras novedades. Por un lado veréis a pie de página un PDF con el cual podréis hacer una salida por impresora o PDF de cada entrada con un aspecto muy interesante. Por si alguien quiere introducirlo en su blog, aquí está la explicación.

Por otro lado, ha quedado también enlazada cada entrada a la red social Pinterest, al haber incluido en cada entrada el botón de "Pin It", que permite "pinear" algún contenido concreto de entrerecetasymaletas.

Para los que no sepáis de que va esto de Pinterest, os explico que es una manera sencilla de compartir y marcar contenidos visuales de vuestro interés y que queráis conservar para poder acceder a ellos fácilmente. Yo lo comparo con lo que hemos hecho toda la vida con las revistas: veo algo que me gusta, lo recorto y lo guardo en una carpeta con contenido similar; sólo que esa carpeta en la aplicación Pinterest sería un "tablón" online. Puedes tener tantos tablones como desees (al igual que en tu casa organizas tus recortes en tantas carpetas como quieres) y nombrarlos a tu gusto. La imagen que pineas (o sea, a la que le pones una chincheta o pin para colgarla en uno de tus tablones) está vinculada con la página web o blog del que procede, con la persona de la que tú has visto el pin (que no tiene porqué ser el autor), con el tablón donde está ubicado este pin..., permitiendo así acceder a más contenidos que pueden tener relación con esa imagen que os ha gustado. Es un mundo infinito que os animo a descubrir y que considero interesante (y adictivo) ya que hay contenidos de todo tipo de temáticas: viajes, ciencia, belleza, fotografía, animales... Si os registráis podréis comprobarlo por vosotros mismos. Además podréis acceder a Pinterest no sólo desde el ordenador, sino que también podréis descargaros la aplicación en vuestro móvil y/o tableta, facilitando así el acceso a la aplicación del modo que os resulte más cómodo en cada momento. ¡A pinear! (Para los que estéis interesados en incluir este botón en vuestro blog podéis consultar aquí, ya que lo explican muy bien).

Así que ya veis lo completo que está Entrerecetasymaletas y lo fácil que os lo pone para  "twittear", "pinear" o poner un "Me gusta" en las recetas.

lunes, 30 de julio de 2012

Ajoblanco

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Pues para terminar este mes de julio en el que en Jaén nos encontramos en alerta amarilla os presento una receta de ajoblanco, fresquita, baratita y que acompaña fenomenal a cualquier pescado o carne a la plancha. El ajoblanco se puede tomar tal cual o añadirle algún tropezón como melón, uvas, pasas o jamón. Se puede tomar como primer plato o en un aperitivo servido en pequeños vasos o aperos de aperitivo.

Otra ventaja de esta receta, al igual que le ocurre al salmorejo, es que permite aprovechar restos de pan duro. ¿No es estupendo reciclar comida con platos tan ricos?

Esta receta la vi en Directoalpaladar.


Ingredientes:
- 50 gr de almendra cruda
- 1 diente de ajo
- 1/2 litro de agua
- 75 gr de miga de pan
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
- 15 ml de vinagre de vino
- 1 pizca de sal


Preparación:
1. Poner el pan en remojo.
2. En el vaso de la batidora poner el ajo, las almendras y un poco de agua fría. Batir hasta que quede una mezcla bien fina.
3. Añadir la miga de pan, el vinagre y el aceite y volver a batir.
4. Añadir el agua mientras batimos. Rectificar de sal.
5. Refrigerar hasta la hora de comer.

miércoles, 25 de julio de 2012

Tejas

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No os vayáis a creer, pese a que la foto lleve a engaño, que os traigo la receta de las patatas chips. Qué va. Esta fuente está rebosante de exquisitas y crujientes tejas, horneadas especialmente para acompañar el helado de vainilla que ya os mostré en la entrada anterior. Pero aunque acompañadas de helado están muy buenas, solas también están de vicio, y creo que soy objetiva al decirlo viendo el ritmo al que fueron desapareciendo de la fuente. ¡No quedó ni una!

Estas tejas están hechas con pasta de estarcir, una masa superfina y delicada que es muy versátil  y que permite múltiples variantes, que espero ir probando (tejas de almendras, tejas de avellanas, tejas con chocolate...). La masa tiene los mismos ingredientes que las lenguas de gato, aunque varían las proporciones de los mismos. La receta es del libro que ya os comenté de Le Cordon Bleu: "Guía completa de las técnicas culinarias. Postres". Como veréis es muy sencilla. La única parte más complicada es cuando salen del horno y rápidamente tienes que darles forma, ya que la masa enseguida se enfría y deja de ser maleable.

Un consejo: Después de la degustación que hicimos de tejas en sus múltiples formas y grosores, llegamos a la conclusión de que las mejores eran las finísimas y más tostaditas.



Ingredientes:

- 3 claras de huevo
- 100 gr de azúcar glas
- 100 gr de harina
- 60 gr de mantequilla derretida
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla



Preparación:

1. Mezcla bien las claras y el azúcar glas.

2. Añade poco a poco la harina integrando bien todos los ingredientes.

3. Incorpora el extracto de vainilla y la mantequilla sin parar de mover hasta que quede una pasta lisa. Refrigera 30 minutos.

4. Precalienta el horno a 200ºC. Coloca papel de hornear sobre la bandeja fría del horno y extiende pequeñas cantidades de masa. Puedes hacerlo en círculos o en forma de lágrima (yo lo hice de las dos maneras). Para hacerlo en forma de lágrima (o cualquier otra forma deseada: cuadrado, triángulo, estrella...) dibuja la forma deseada en un cartón, recórtala y fórrala con papel de aluminio, te servirá de molde. Coloca esta forma sobre el papel de hornear y extiende muy bien la masa de estarcir. Te recuerdo que cuanto más fina sea ésta más rica quedará.

5. Completa toda la bandeja dejando espacio entre las tejas y hornea entre 5 y 8 minutos hasta que tengan  color dorado. Mientras se hornean estas tejas ve preparando una nueva tanda.

6. Saca la bandeja del horno y con cuidado de no quemarte ve despegando cada galleta y dándole la forma deseada: enrollada como un canuto, redondeada colocándola sobre el rodillo de cocina, levantando el pico de la "lágrima" para hacer cucharas, colocada sobre un cuenco boca abajo para hacer tulipas... Cualquier opción puede ser buena, pero ¡trabaja deprisa!, porque la masa en seguida queda crujiente y no se puede moldear.

7. Dejar enfriar sobre una rejilla.





miércoles, 18 de julio de 2012

Helado de vainilla y consejos para preparar helado

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Me he comprado una heladera. Sí, sí, pese a que mi cocina no llega a los siete metros cuadrados tengo otro chisme nuevo para ocupar espacio. Así que, dadas las estrecheces que veis que tengo, no me queda más remedio que sacarle mucho partido. Este verano voy a experimentar con los helados, espero daros muchas buenas noticias. Se trata de la heladera del Lidl, que todos los años a principios de verano suele sacarla por un precio bastante bueno (unos 23 €). Estoy muy contenta con el resultado.

Para iniciarme en este mundillo quería empezar con uno de los grandes clásicos de los helados (ya habrá tiempo de ponerse creativa y experimentar con sabores más originales), así que hoy os traigo un helado de vainilla. Este helado formaría parte de los que son tipo crema, con una base láctea,  y que para conseguir esta textura utilizan una gran proporción de grasas gracias a la nata/leche y a las yemas de huevo. El otro tipo de helados serían los que son tipo sorbete, con una base de frutas y almíbar (podéis ver los Polos rojigualdas que preparé para la final de la Eurocopa).

Este es un helado que alimenta de verdad, elaborado a partir de una crema inglesa. Lo acompañé con unas tejas superfinas de pasta de estarcir que próximamente os enseñaré y con las que aproveché parte de las claras que sobraron de esta receta. Ambas recetas las cogí del libro "Guía completa de las técnicas culinarias. Postres" de Le Cordon Bleu. El libro es una auténtica maravilla, os lo recomiendo al 100%, no tanto por las recetas (que también están muy bien) sino por las técnicas, procesos, detalles, ideas... que aporta. Si os apetece salivar de manera desenfrenada echadle un vistazo al libro.




Ingredientes:

- 1 vaina de vainilla
- 500 ml de leche
- 6 yemas de huevo
- 120 gr de azúcar glas (o 150 gr si no se dispone de azúcar invertido)
- 1 cucharada de azúcar invertido
- 100 ml de nata líquida de montar



Preparación:

1. Abrir la vaina de vainilla a lo largo y con la ayuda de un cuchillo raspar las semillas. Poner en un cazo junto con la leche y el azúcar invertido a fuego medio. Hervir.

2. Batir las yemas con el azúcar hasta que blanqueen.

3. Verter la leche sobre las yemas sin parar de mover para evitar que se cuajen.

4. Poner de nuevo la crema resultante a fuego lento, removiendo continuamente con cuchara de madera y escaldar. Cuando al sacar la cuchara y pasarle el dedo a lo largo quede dibujado nuestro rastro estará lista la crema. Dejar enfriar.

5. Una vez que la crema se haya enfriado, montar ligeramente la nata y mezclar con cuidado con la crema. Dejar enfriar en el frigorífico al menos cuatro horas.

6. Montar la heladera según las instrucciones, ponerla a funcionar y verter la crema de vainilla. Dejar mantecar el tiempo necesario (una media hora). Una vez que la mezcla ha cogido una consistencia cremosa volcar rápidamente a un recipiente y congelar para que el helado termine de madurar.


Consejos:

1. Meter la cubeta de la heladera al menos 24 h antes en el congelador y si es posible algunos días antes.

2. La crema base para hacer el helado no debe hervir puesto que pueden cortarse las yemas. En  caso que esto ocurra, retirar del fuego y pasar la batidora de mano hasta que quede una crema lisa.

3. El azúcar invertido ayuda a darle cremosidad al helado. Hay muchas recetas en internet y es muy sencillo de preparar, pero si no queréis utilizarlo no es necesario.

4. Si no tenéis heladera podéis preparar vuestro helado de manera manual, para ello deberéis meter la mezcla en el congelador (a ser posible en un recipiente metálico) y remover la mezcla cada 30 minutos.

5. La crema debe estar lo más fría posible, eso facilitará el proceso y reducirá el tiempo necesario para "mantecar" el helado.

6. Los helados a base de leche y crema necesitan "madurar" un tiempo para realzar al máximo su sabor. Déjalos reposar  una hora como mínimo a partir del momento en que el helado se ha endurecido para permitir que sus aromas se acentúen.

domingo, 1 de julio de 2012

Polos rojigualdas o mi interpretación del sentimiento patriótico

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En estos días todo el mundo anda eufórico con los triunfos de la selección española. Son tiempos en los que no se escuchan más que penas y calamidades en las noticias, y las victorias de la selección parece que nos animan y levantan la moral, y nos devuelven algo de confianza en nuestra valía como nación.

Pero este sentimiento patriótico no se manifiesta únicamente en las pitorradas y celebraciones tras los partidos, es raro que caminando por la calle levantes la vista y no encuentres una ventana o balcón con la bandera de España. Es cierto que a esto también han contribuido los bazares chinos en los que venden banderas por apenas dos euros, camisetas y demás artículos patrióticos. Vamos, que las ves y que casi no te puedes resistir a comprarlas con esos precios. Pero si es que es un chollo.

Yo aún no he caído en esa tentación, pero sí que me he dejado llevar por esta euforia. El otro día fuimos todos al trabajo con camisetas rojas o amarillas, la verdad es que era gracioso vernos a todos así de uniformados. Pero no sólo me he contagiado en la indumentaria por los nervios de esta final de la Eurocopa. Yo, barriendo para lo que me gusta, también he trasladado este entusiasmo a la cocina y he preparado estos politos. ¿Verdad que han quedado graciosos?

La receta es supersencilla, lo podréis comprobar un poquito más abajo, pero además es refrescante y natural, natural. Buenísimos. He preparado estos polos con sabor fresa-mango-fresa, una combinación que podréis cambiar por cualquier otra que os apetezca: kiwi, plátano, cereza, albaricoque, melón, sandía, melocotón... Sólo es cuestión de probar. ¿Os animáis?

Con esta receta participo en el concurso del blog sugg-r, de Rosilet.



Ingredientes:

- 240 ml de agua
- 140 gr azúcar
- 100 gr fresas
- 100 gr mango
- zumo de media naranja


Preparación:

1. Poner el agua y el azúcar en un cazo y dejar hervir durante 2 minutos. Apagar el fuego y dejar enfriar.

2. Batir por separado el mango y las fresas hasta que queden reducidos a un puré muy fino.

3. Mezclar el puré de fresas con la mitad del almíbar y colar para que luego no nos encontremos pepitas de fresa en el polo.

4. Mezclar el puré de mango con el zumo de media naranja y añadir la otra mitad del almíbar. Mezclar bien y colar por si ha quedado alguna fibra.

5. Llenar un poco menos de un tercio de los moldes para polos con el batido de fresa. Congelar.

6. Sacar los moldes del congelador y añadir la mezcla de mango hasta completar algo más de dos tercios del molde. Meter en el congelador y cuando esté a medio congelar sacar de nuevo. Es importante que no se os pase el punto de congelación porque tenemos que poner el palo del polo.

7. Completar las poleras con el resto de la mezcla de fresas. Clavar el palo y congelar.

8. Para degustarlos es conveniente meter la polera debajo del chorro del agua para ayudar a que los polos se desprendan.


viernes, 29 de junio de 2012

Roma, masa de pizza y pizza barbacoa

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Hoy me reencuentro con mi blog y con todos aquellos que me seguís después de algún tiempo de retiro. A partir de ahora espero poder disponer del tiempo necesario para presentaros algunas nuevas recetas que espero con mucha ilusión enseñaros.

En mi luna de miel (hace ya casi cuatro años) estuve en Roma. Roma me parece una ciudad deliciosa tanto por el encanto y el arte apabullante que hay por doquier como por la apetitosa comida que allí se cocina. Cuando nosotros nos vamos de viaje somos un poco ansiosos y esperamos disfrutar al máximo de aquello que la ciudad nos puede ofrecer diferente a lo que tenemos en nuestra tierra. Nuestras jornadas en los viajes son mortales (de luna de miel también), empiezan con un buen madrugón y un gran desayuno que nos dé fuerzas para afrontar las caminatas del día, y cuando salimos a la calle exploramos a tope la ciudad: monumentos, iglesias, mercados, plazas, lugares con encanto y por supuesto también la oferta gastronómica. Los que hayáis estado en Roma sabréis que en este caso fue un gran reto para nosotros porque Roma tiene muchísimo para ver y comer. Es sorprendente ver todos los lugares señalizados para visitar, pero a mí casi que me impresionó más ver todos los restos arqueológicos arrumbados que había por todas partes, porque Roma tiene tanto, que no le cabe en los museos.

Para aquellos que estéis pensando en viajar Roma me gustaría haceros algunas recomendaciones:
  • Si podéis, viajad fuera de la época veraniega tanto para evitar el sofocante calor como las colas para visitar los monumentos. Nuestro viaje fue a final de noviembre y pudimos entrar a todos los sitios sin problemas, lo que nos dejó muy buen recuerdo. Si viajáis en verano, ¡madrugad!, porque aquí se cumple el dicho de que a quien madruga Dios le ayuda.
  • Es casi obligatorio visitar la Basílica del Vaticano y el Museo, y en él la maravillosa Capilla Sixtina. La Capilla Sixtina se disfruta especialmente si hay poca gente alrededor, para ello (de nuevo) madrugad y si podéis comprad las entradas por adelantado. Una vez que entréis en el museo id directos hacia la Capilla Sixtina. Para ello tendréis que atravesar muchas de las estancias que merece la pena visitar, pero vedlas con detenimiento en una segunda vuelta, ya que al salir de la Capilla Sixtina podéis iniciar de nuevo el recorrido por el museo.
  • Son también espectaculares el Coliseo, la Fontana de Trevi y el Panteón, pero Roma tiene también otros lugares no tan conocidos pero no por ello menos encantadores. Me viene a la memoria especialmente la Basíllica de San Clemente (via Labicana, 95). Bajo la iglesia actual hay una iglesia paleocristiana, bajo la que se encuentra un templo de adoración a Mitra. La sensación en este nivel más bajo es algo especial, entre mágico y espeluznante, pero no dejéis de visitarla, es muy bonita.
  • Es muy bonito también un paseo al atardecer junto al Tíber, las vistas del Vaticano desde el puente Sant´Angelo son una delicia.
  • Y hablando de delicias, hay dos recomendaciones fundamentales para el asunto gastronómico: la primera es comer un helado en San Crispino (Via della Panetteria, 42), cerca de la Fontana de Trevi. La otra recomendación gastronómica es comer una pizza en Da Baffetto. Es un sitio no muy lustroso, de esos en los que te sientan en una mesa larga en la que hay más gente (inconcebible en España) y eso después de hacer colas para comer una pizza. Pero es que la pizza es espectacular, finita y hecha en horno de leña, una maravilla. Tenéis dos establecimientos de Da Baffetto, ambos por la zona de la Piazza Navona (también muy recomendable): uno en la Via del Governo Vecchio, 114 y el otro en la Piazza del Teatro di Pompeo, 18.
Pues este viaje marcó un hito en mi vida pizzera. Los que me conocen saben que la pizza se ha convertido en una de mis humildes especialidades, y es que esta es una de las comidas "superagradecidas" para hacer en casa y que merecen la pena por el resultado tan bueno y sobre todo natural. Y es que desde aquellas bases para pizza congeladas y con agujeritos de mi infancia hasta las de hoy hemos avanzado bastante. No es que sea una gran devoradora de pizza, pero sí que reconozco que es un plato con el que disfruto y al que cada vez le exijo más. A la vuelta de mi viaje a Roma me empleé a fondo en la elaboración de pizza y hoy os presento mis avances y trucos. Espero que os sirvan.



Ingredientes para la masa (para tres pizzas):

- 450 gr harina de fuerza
- 20 gr levadura fresca de panadero
- 220 gr agua con gas (Vichy para los que no están sufriendo la crisis, del Lidl o Mercadona para el resto)
- 10 gr de sal
- 25 gr aceite de oliva
- 1 cucharada de azúcar


Ingredientes para el relleno barbacoa:

- 1/2 filete de pechuga de pollo
- Tomate frito casero
- Salsa barbacoa
- Mozzarella
- Cebolla
- Maiz
- Bacon



Elaboración de la masa:
  1. Disuelve la levadura en el agua ligeramente templada (la levadura es muy sensible a la temperatura, así que ¡cuidado!), añade el azúcar (es comidita rica para la levadura y hace que la masa se ponga gordita y dorada) a continuación añade el aceite, mezcla bien e incorpórala a la harina y la sal en una fuente. 
  2. Mezcla con los dedos haciendo círculos y luego amasa dentro de una fuente hasta que la masa se despegue de las paredes (quedará una masa basta), puede ser que necesites más agua o más harina, dependerá de las características de la harina utilizada, debe quedar una masa trabajable. Amasa sobre la encimera o sobre una tabla de madera (mejor) con suficiente harina para que no se pegue a las manos, verás que la masa va quedando más suavita.
  3. Haz una bola con la masa de pizza y déjala reposar al menos 4 horas (en invierno más, en verano menos) a temperatura ambiente y cubierta con un paño limpio y seco, en una superficie enharinada o en un cuenco que sea bien amplio para que tenga espacio para crecer. Verás que pasadas unas horas la masa ha crecido mucho y está llena de aire, al cogerla se desinflará pero no te preocupes, es lo normal.
  4. Llegado el momento de hacer las pizzas, basta con hacer las porciones y estirar la masa procurando que quede una base de pizza muy fina (mi reto es aprender a voltearla en el aire, pero progreso muy poco). Colócala sobre papel de hornear y déjala reposar mientras preparas los ingredientes del relleno (ayudará a que se formen burbujas en la masa durante la cocción). 
  5. Enciende el horno a 230 ºC y prepara los ingredientes del relleno. Cubre la pizza con los ingredientes que más te gusten, hornea entre 8 y 10 minutos hasta que quede dorada y crujiente y ¡disfruta!

Elaboración del relleno barbacoa (esto no es muy italiano):
  1. Corta a daditos chicos la pechuga de pollo. Salpiméntala y márcala en la sartén. Añade dos cucharadas de salsa barbacoa, mezcla bien y retira del fuego.
  2. Corta en juliana finita la cebolla. Pinta la base de la pizza con tomate frito y salsa barbacoa. Reparte la cebolla, la pechuga de pollo, la mozzarella cortada en lonchas, un poco de maiz dulce y unos trocitos de bacon. Riega ligeramente con un poquito de aceite de oliva virgen extra.
  3. Hornea a 230º C entre 8 y 10 minutos hasta que quede crujiente.




Consejos:

1. Yo utilizo una tercera parte de la masa. Esta masa congela perfectamente. Una vez mezclados los ingredientes de la masa de la pizza y amasada (antes del reposo), hacer las porciones y congelar la que no vayas a utilizar envuelta en film transparente. Al ser esta masa más fina y ligera y no cargarla en exceso de ingredientes podrás comer un trozo más grande sin que se te ponga pesada.

2. El secreto para que la masa quede crujiente es que ésta pierda la humedad que tiene, para ello unos consejillos de entrerecetas:

  • Lo más auténtico es utilizar una piedra de hornear, pero para las que no la tenemos hay otras alternativas. Calienta el horno con la bandeja que vas a utilizar para hornear de manera que ésta coja una buena temperatura (nivel inferior del horno).
  • Estira la masa sobre papel de hornear (irá absorbiendo parte de la humedad de la masa cuando la metas en el horno), coloca los ingredientes que te gusten encima y colócalo todo (pizza con ingredientes y papel de horenear) dentro del horno sobre la bandeja caliente (esto ayudará a la evaporación de agua). ¡Mucho cuidado con no quemarte!. 
  • Mi prueba para ver que tiene el punto crujiente (aparte del aspecto doradito) es levantar un poco la pizza cuando está en el horno y golpearla con los nudillos, si hace toc toc es que está en su punto.
  • Ponle poca salsa a la pizza (reducirás el líquido que pasa a la masa) y utiliza los ingredientes cortados muy finitos, ya que el tiempo de horneado de esta pizza es corto y no les dará tiempo a cocerse.
3. A mí me gusta utilizar mozzarella fresca, le da un gusto suave y rico. La puedes encontrar de vaca a buen precio (menos de 1 €) en Lidl o Mercadona, y de búfala (algo más de 2 € en El Corte Inglés).


sábado, 21 de abril de 2012

Magdalenas de claras de huevo y almendra

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Tenía muchas ganas de preparar estas magdalenas y por varias razones: porque me gustan las magdalenas (primera y principal de todas), porque me apetecía variar de receta y porque estas magdalenas además son un tanto especiales, ya que al utilizar claras de huevo y aceite de oliva son aptas para aquellas personas con problemas de colesterol (para los demás también, ¿eh?).

La receta la encontré en el programa que David de Jorge tiene en la ETB "Robin Food. Atracón a mano armada", aunque la he rectificado ligeramente sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva y modificando algo las cantidades.

El resultado han sido unas magdalenas muy ricas, tiernas, esponjosas y que se han mantenido perfectas durante varios días, quizás por el uso de la miel que ayuda a su conservación o quizás porque, según mi madre, el secreto para que las magdalenas aguanten es que no tengan leche. Cualquier día de éstos repito con otra hornada.

Además aprovechando que ya ha llegado la primavera vestí a mis magdalenillas con unos bonitos papeles de flores que me regaló mi hermana.

Ingredientes:

- 200 gr azúcar glas
- 180 gr claras de huevo (aprox 6 ud de la talla M)
- 125 gr de aceite de oliva virgen extra
- 80 gr harina
- 80 gr almendra molida
- 2,5 gr levadura en polvo (tipo Royal)
- 20 gr miel



Preparación:

1. Tamizar la harina, el azúcar glas y la almendra molida. Mezclar bien en una fuente y añadirle la levadura en polvo.

2. En un bol batir ligeramente las claras de huevo y añadir poco a poco la mezcla de ingredientes secos hasta que queden bien integrados. Añadir el aceite poco a poco y finalmente la miel ligeramente calentada en el microondas.

3. Tapar el bol con film transparente y meter en el frigorífico durante unas 5 o 6 horas.

4. Pasado el tiempo de reposo, encender el horno con calor arriba y abajo a 200ºC. Mientras se calienta vamos rellenando los moldes de las magdalenas hasta un poco más de la mitad. Si tienes un recipiente metálico especial para hornear magdalenas mételas dentro, si no lo tienes sería recomendable utilizar moldes de flan, moldes de silicona para magdalenas o utilizar varios papeles de magdalena para cada una para reforzarlas y evitar que el papel ceda y las magdalenas salgan aplanadas.

5. Hornear durante unos 15 minutos o hasta que compruebes que la masa ha quedado bien hecha. Dejar enfriar (si puedes) antes de comerlas.

Algunos consejos:

- Si no te gustan las magdalenas muy dulces puedes reducir ligeramente la cantidad de azúcar, dejándola en 150-175 gr).
- Yo he utilizado aceite de oliva virgen extra (soy de Jaén y no puedo evitar que me tire la tierra), pero si no te agrada el intenso aroma del aceite de oliva virgen extra puedes utilizar uno con un sabor más neutro, como el de girasol (mi padre me echará la bronca como lea esto).
- Antes de hornearlas puedes espolvorear un poco de azúcar normal para que luego tengan esa costra de azúcar tan característica de muchas magdalenas.
- En lugar de almendra molida puedes utilizar otros frutos secos como nueces o avellanas y darle un toque diferente a estas magdalenas. También puedes mezclarle gotitas de chocolate o bañarlas con un poco de chocolate fundido.
- Las magdalenas se deben hornear a una temperatura ligeramente alta (200-210ºC) para conseguir que tengan copete. Con ellas funciona la misma "ley" que para los bizcochos: con horno suave saldrán hundidas del centro, con horno medio (170-180º C) saldrán lisas (perfecto para un bizcocho o para unos cupcakes), con horno fuerte subirán del centro y lucirán un magnífico copete.

Os animo a que preparéis estas sencillas y ricas magdalenas.




lunes, 16 de abril de 2012

Pan de avena y manzana

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Hacía mucho que no publicaba ninguna entrada de pan. Esta es una de las recetas que he probado del libro "Hecho a mano" de Dan Lepard. El libro es una auténtica delicia, es un homenaje a tantos panaderos en el mundo que viven para el pan, que dignifican este sencillo aunque exquisito alimento. Porque ¿qué es de la mejor de las comidas si no va acompañada de un buen pan? Se queda coja.

Hace ya un año aproximadamente que me acerqué de puntillas al maravilloso mundo de este alimento, y aunque en los últimos meses no os he mostrado ninguno de mis avances, no creáis que he abandonado la panadería, simplemente tenía esta afición en reposo, levando despacito para que con la llegada de un tiempo más cálido y apropiado para las fermentaciones resurgiera lleno de energía.

Esta receta es algo especial, ya que aparte de los ingredientes comunes (harina, levadura y agua), cuenta también con copos de avena y manzana rallada. Se trata de un pan denso, con cuerpo, algo húmedo y con un sabor diferente, con un aroma propio y difícil de definir (al menos para una principiante como yo). Es un pan de los que gusta disfrutar en un desayuno al natural, sin tostar y acompañado de un trozo de queso o de una rica mermelada.



Ingredientes:

- 50 gr avena en copos
-100 ml de agua hirviendo
- 200 gr de manzana pelada y rallada
- 50 ml de agua a 20ºC
- 100 gr de masa madre
- 3/4 cucharadita de levadura fresca
- 250 gr de harina de fuerza
- 3/4 de cucharadita de sal
- avena en copos para decorar


Preparación:

1. Poner los copos en un bol y añadir el agua hirviendo. Dejar reposar mientras se preparan los demás ingredientes.
2. Pelar, rallar y pesar la manzana. Mézclala con el agua, la masa madre y la levadura desmenuzada. Remover bien y añadir los copos de avena remojados. Añadir la harina y mezclar bien, quedará una masa bastante pegajosa. Bolear y dejar reposar en el bol durante 10 minutos.
3. Volcar la masa en la encimera untada de aceite y hacer un amasado corto (10 segundos dice la receta). Bolear y colocar en el bol limpio y untado de aceite, dejar reposar 10 minutos.
4. Repetir el paso anterior dos veces más. En los intervalos de reposo de 10 minutos la masa irá perdiendo humedad e irá adquiriendo una textura más elástica. De todas formas la textura de esta masa no es común, es bastante húmeda, pesada y algo difícil de manejar. Paciencia, el tiempo lo arregla todo.
5. Amasar nuevamente dejando reposar en esta ocasión la masa durante 1 hora.
6. Espolvorear harina sobre la encimera y trabajar la masa para formar un batard (barra gordita). Colocar sobre un paño de cocina enharinado con la unión de la masa hacia arriba, si no dispones de un banneton (como yo) coloca a los lados de la masa con el paño entre medias dos bricks de leche para sujetar el pan y evitar que se expanda. Dejar levar hasta que la masa doble el volumen.
7. Precalentar el horno a 210ºC. Con ayuda del paño rodar el pan para que la unión quede abajo. Pulveriza con agua. Sobre el paño y junto al pan esparce copos de avena de manera generosa. Haz rodar de nuevo el pan con la ayuda del paño sobre la avena para que ésta quede adherida. Hazlo rodar de nuevo colocándolo ahora sobre papel de hornear. Greñar.
8. Hornear 30 minutos a 210ºC y otros 15-20 minutos a 190ºC. Debe de sonar hueco al golpearlo con los nudillos. Dejar enfriar sobre una rejilla.