domingo, 3 de noviembre de 2013

Tarta de manzana de mi abuela Lola

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Hoy traigo una receta muy especial para mí y creo que para toda mi familia. Porque hablar de esta tarta de manzana es hablar de mi abuela Lola y de tantos momentos, reuniones, celebraciones... que pasamos juntos. Para mí además es compartir mi experiencia de prepararla junto a ella.

Tuve la suerte de poder pasar mucho tiempo con mi abuela, vivía junto a mi tía en el primer piso de una casa de dos plantas, y nosotros vivíamos en el segundo. Por lo que toda nuestra infancia fue un continuo subir y bajar escaleras de nuestro piso al de mi abuela y al revés. Creo que algunos de los "bollos" que tengo en la cabeza tienen que estar relacionados con tanto subir y bajar, por pura cuestión de probabilidades, porque ya se sabe que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe (o se abolla, en mi caso).

Me encantaba bajar al patio con mi abuela y ayudarla a cuidar las macetas, trasplantarlas, podarlas y regarlas. En alguna ocasión incluso sembramos algunas semillas de flores que después llevamos al campo y que eran motivo de orgullo para las dos y conseguimos que brotara un aguacate del hueso del fruto. Tengo que decir que pese al gran interés que le he puesto siempre a la materia y a todo lo que me enseñó mi abuela finalmente no me destaco por tener mis macetas en las mejores condiciones. Vaya, que casi que es una sentencia de muerte mandar una maceta conmigo. Pero algún día lo conseguiré y tendré mis macetas bien primorosas.

Mi abuela me decía que yo me había equivocado al nacer cuando nací y que me correspondía haber nacido en su tiempo, porque siempre me han gustado mucho las "cosas de abuelas": bordar, cocinar, hacer ganchillo... Y como yo tenía ganas de aprender y ella paciencia para enseñar pues me enseñó algunas cosillas de croché de las que hoy en día puedo presumir. Se sorprendería mi abuela si descubriera que las cosas que me gustaban de chica no eran cosas de abuela y que hoy está muy de moda todo lo tradicional y artesano.

Esta tarta de manzana no es una receta de las que han pasado de generación en generación en la familia, pero desde que mi abuela empezó a prepararla se quedó con el nombre de Tarta de manzana de la abuela Lola, porque siempre la hacía ella. Le gustaba contar con pinches de cocina, que normalmente éramos mi hermana o yo, y a mí me encantaba formar parte del equipo repostero porque me lo pasaba bomba ayudando a mi abuela. Hoy en día contamos con muchos aparatitos que nos hacen más sencillo preparar este tipo de receta, pero cuando yo la hacía con mi abuela había que currárselo más: moler la almendra en un molinillo manual, batir las claras a punto de nieve "a pulso" (todo un reto eso de aguantar batiendo sin relevos) y mezclar a mano. Seguramente esa "currada" que tenía antes preparar esta tarta ha contribuido a que la guarde con tanto cariño en mi recuerdo y a que hoy, día en el que mi abuela hubiera cumplido 100 años, me decida a compartirla en el blog. Ni que decir tiene que además está buenísima.


Ingredientes (para un molde de 26-28 cm):
Para la base: 
- 225 gr de almendra (puedes darle un toque amargo añadiendo 3 o 4 almendras amargas)
- 150 gr de harina
- 150 gr de azúcar
- 150 gr de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 2 yemas

Para el relleno:
- 2 manzanas (si son reinetas mejor)
- 1 vaso de agua
- 3 cucharadas de azúcar

Para la cobertura: 
- 3 manzanas
- 2 claras
- Almíbar de manzana (lo conseguiremos del relleno)


Preparación:

1. Mi abuela siempre me decía que el primer paso de cualquier receta es lavarse las manos, pero yo estoy segura de que a estas alturas eso lo tenéis superado. Así que empezaremos por preparar el relleno que consiste en una especie de compota de manzana poco hecha. Pelamos dos manzanas, las partimos a cuadritos chiquititos y las ponemos a cocer con un vaso de agua y tres cucharadas de azúcar hasta que se ablanden las manzanas.

2. Preparar los ingredientes de la base: separar las claras de las yemas, moler la almendra y pesar el resto de los ingredientes. Preparar el molde que vayamos a utilizar untándolo de mantequilla o poniéndole en el fondo un papel de hornear (yo prefiero esta opción).

3. Sobre la encimera de la cocina mezclamos la harina, el azúcar y las almendras molidas. Hacemos un volcán y en su interior añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y las dos yemas de huevo. Con cuidado vamos mezclando los ingredientes hasta que queden bien mezclados, quedará una masa muy pringosa (os alegraréis de tener preparado ya el molde). Extender la masa de manera uniforme sobre el molde apretando y distribuyendo con los dedos.

4. Una vez que la manzana se haya ablandado la ponemos a escurrir en un colador y reservamos el almíbar que ha formado. Extendemos la manzana cocida sobre la base de la tarta.

5. Pelamos y descorazonamos las manzanas y las hacemos gajos finitos (como las patatas a lo pobre). Decoramos la tarta poniendo la manzana en círculos concéntricos.

6. Precalentamos el horno a 180ºC. Mientras se calienta montamos las claras a punto de nieve. (Este paso era súperemocionante  para mí, primero porque en mi afán de superación intentaba batir las claras a punto de nieve yo sola, sin ayuda y sin relevos, a base de darle alegría al tenedor con el que batía y sufrimiento a mis musculillos de los brazos. Y la parte emocionante de la receta era cuando mi abuela ponía a prueba mi trabajo comprobando si las claras estaban realmente a punto de nieve dándole la vuelta al plato. Para mí este momento era casi mágico porque ¡no se caían!). Una vez montadas le añadimos 5 o 6 cucharadas del almíbar de manzana poco a poco (le daremos dulzor y sabor a manzana  a las claras).

7. Extendemos las claras sobre la tarta repartiéndolas bien. Hornear a 170-180 ºC (dependiendo del horno) con calor arriba y abajo durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo le quitamos el calor superior al horno, tapamos la tarta con papel de aluminio (para que no se quemen las claras) y horneamos unos 20-25 minutos más.

Esta tarta se puede tomar fría o templada.