lunes, 19 de mayo de 2014

Canutillos rellenos

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Tengo la impresión de estar en el día de la marmota cada vez que escribo en el blog, porque últimamente no hago nada más que lamentarme del tiempo que hace que no publico una entrada... Bueno, últimamente no, porque hace ya muuuuucho que no actualizo. Y es que este curso he estado muy atareada con historias varias de las que aún no he terminado de desprenderme. Pero bueno, a ver si en algunos ratitos puedo ir compartiendo alguna de las poquitas cosas que he hecho en este período de tiempo.

Esta receta forma parte ya de mis clásicos, y es tan sencilla que casi da apuro ponerla. Pero precisamente por su sencillez no hay que perder la oportunidad de hacerla. Yo os la recomiendo de todo corazón porque os gustará seguro.

A mí me gusta hacerla sobre todo rellena de crema pastelera casera pero se puede hacer también con nata montada, trufa o incluso con algún relleno salado. Otro día probaremos esta opción.

Pues eso, una receta sencilla, buenísima y fresquita para degustar en esta época más veraniega que primaveral que vivimos estos días. Me alegro mucho de volver a saludaros, muak.


Ingredientes:

- 1 plancha de hojaldre (yo utilizo el del Lidl)
- Crema pastelera
- Nata montada

Para el acabado final:
- 1/2 vaso de agua
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de mermelada de melocotón
- Virutas de chocolate (opcional)


Preparación:
1. Preparar la crema pastelera siguiendo esta receta y/o montar la nata.

2. Extender la plancha de hojaldre. El que yo compro de los supermercados Lidl una vez que lo desenrollas tiene forma rectangular y es ideal para preparar esta receta. Cortar sobre la parte más larga unas 15 o 16 tiras de masa (de unos 2,5 cm de ancho aproximadamente).

3. Untar ligeramente con mantequilla unos conos metálicos específicos para preparar canutillos, así evitaremos que el hojaldre se quede pegado (ver consejo 1). Yo los compré en una tienda de menaje a muy buen precio. Es de las cosas que te puedes permitir sin problemas, porque son baratos y los usas y repites.

4. Coger el cono con una mano y colocarlo ante ti de manera horizontal. Poner un extremo de una de las tiras de hojaldre en el extremo del cono colocado de forma oblicua y empezar a enrollar de manera que cada vuelta de masa cubra una tercera parte del ancho de la anterior. Al llegar al final de la masa presionar ligeramente el extremo para que se quede pegado al canutillo.

5. Calentar el horno a 200-220 ºC (depende de la marca de hojaldre y horno). Colocar los canutillos sobre papel de hornear procurando que el último extremo de la masa toque la bandeja del horno (así evitaremos que se desenrolle esta parte final al crecer la masa). Hornear hasta que la masa quede hecha y ligeramente dorada.

6. Llenar la manga pastelera con el relleno elegido (crema, nata, trufa...) y rellenar los canutillos.

7. Hacer un almíbar con el azúcar y el agua, cuando empiece a espesar añadir una cucharada de mermelada de albaricoque (es la que mejor le va). Apagar el fuego y con un pincel de cocina ir pintando los canutillos. Finalizar espolvoreando virutas de chocolate que le dan un toque decorativo.


Consejos:
1. Ante todo ¡cuidado con los bordes de los moldes de canutillos! Suelen ser de lata fina y cortan. Si preparas los canutillos en varias tandas sólo es necesario que los pintes con mantequilla una vez. El resto de grasa que les queda es suficiente para evitar que se peque el hojaldre.

2. Si tus moldes son de lata como los míos no los laves. Sí, sí, puedes pensar que es un poco cochino esto pero es que tienden a oxidarse por más que los seques. En su lugar cuando termino de usarlos los froto bien con papel de cocina para retirar los restos de grasa que pueden haber dejado la mantequilla y el hojaldre. De esta forma tendrás moldes durante muuuuucho tiempo.

3. Si no tienes manga pastelera para rellenarlos puedes utilizar una bolsa de congelar, cortándole una esquinita a modo de boquilla de la manga. No obstante te recomiendo que tengas mangas pasteleras desechables, son económicas y limpias y le puedes adaptar cualquier tipo de boquilla.

4. Al igual que se puede variar el relleno, también se pueden hacer distintos acabados finales. Si no te apetece preparar el almíbar (aunque es la opción más rica) puedes simplemente espolvorearlos con azúcar glas o bañarlos ligeramente con chocolate fundido.

5. Prueba a hacerlos. Te aseguro que no te defraudarán.